David Gutiérrez: “Con la magia disfrutas las cosas simples de la vida”
—¿En qué momento decidió que la magia sería su profesión?
—Con 15 años, en Jaén. Vi a un mago que cogió a un muchacho y le metió un cigarro dentro de la camiseta encendido. No le hizo agujero ni nada, y el cigarro desapareció. A mí me dolió la cabeza hasta que descubrí cómo lo había hecho. Investigué y cuando lo aprendí, fue increíble crear esa ilusión con algo tan simple.
—Con 15 años, en Jaén. Vi a un mago que cogió a un muchacho y le metió un cigarro dentro de la camiseta encendido. No le hizo agujero ni nada, y el cigarro desapareció. A mí me dolió la cabeza hasta que descubrí cómo lo había hecho. Investigué y cuando lo aprendí, fue increíble crear esa ilusión con algo tan simple.

—¿Qué tipo de trucos realiza?
—Lo que más me gusta es la magia de cerca, que es la que se puede hacer en la cara de la persona, que no necesitas trucaje. Simplemente, con una leve tontería, puedes hacer cualquier cosa. Las cartas son un mundo muy práctico, porque puedes hacer 50.000 juegos con algo tan pequeño como una baraja.
—¿Cómo se da a conocer?
—Tengo un bar de tapas que se llama la Taberna del Mago. Allí realizo mis trucos para los clientes y espectáculos los sábados. También subo vídeos a redes sociales para promocionarme.
—¿Cuál es su sueño?
—Llegar a conocer a los grandes magos de España, como Jorge Blas, Tamarín, Miguel Ángel Gea o Luis Piedraita. Para mí, son gente fuera de serie. Me encantaría juntarme con ellos aunque solo fuera un día. Llegar a ser alguien y tener un nombre, dedicarme a lo que me gusta y regalar a la gente ilusión. Pero no es fácil dedicarte a este mundo.
—¿Qué le enamoró de la magia?
—Una de las cosas que llaman la atención de la magia es conseguir que, por un momento, la gente mayor vuelva ser niño. Volver a disfrutar de las cosas simples de la vida. La magia es una puerta por la que podríamos pasar estos momentos difíciles de crisis. Sería una manera bonita de dejar por un momento lo malo y meternos en la fantasía, la ilusión, en una forma de ver la vida distinta. La gente debería de ver más magia. El espectáculo va ser un rato pero la ilusión de esa persona durará un mes. Cuando un efecto te asombra vas a ser un niño cada vez que lo recuerdes.