Datos versus promesas

Nada peor para un político que los datos contrastados. Datos que vienen avalados, la mayor parte de las ocasiones, por entidades de las propia administración. Lo aparecido sobre la ampliación de puntos negros en la red de carreteras, es solo una más. Hay que decirlo alto y claro, sin excusas ni escurrir el bulto. Para Jaén los datos son los que son. Una provincia con un déficit crónico de inversión que año tras año lo único que consigue es un diferencial negativo enorme con respecto al resto. No solo nuestras carreteras, por mucho que caiga algún tramito de Autovía, (por cierto cuando se inaugura una autovía también habría que tener finalizados los accesos), están en peores condiciones mes a mes, de esto no se libra ninguna de las redes, estatal, autonómica o provincial. La red de caminos agrícolas, no olvidemos que somos eminentemente eso, agrícolas, es paupérrima. Si nos vamos a los datos de los depósitos bancarios, estos caen año tras año. Cáritas y el Banco de Alimentos dicen que la pobreza va a más. La DGT constata que nuestro parque automovilístico es viejo. La red ferroviaria no solo no prospera es que sigue igual que hace décadas. Y con este panorama, que no es opinión del que esto escribe, vienen unos y otros a sacar pecho en las pocas inauguraciones que ocurren cada 4 años. Los más a prometernos que vamos a ser punteros, aún no creyéndose a si mismos. Claro está que ofrecer para usurparnos el voto resulta bien fácil, cómodo la mayoría de las veces y desde luego teatral en casi todos los casos. Y digo lo de teatral porque siempre surgen las promesas en rueda de prensa donde las más de veces el actor no deja intervenir a su público, los periodistas. Ya conocemos los datos, también a los políticos. Es momento para que los jiennenses analicemos lo real, dato sobre dato; y cada cual que reflexione sobre si le convencen o quiere algo mejor para su entorno. Si fuésemos algo más reflexivos, vendrían menos vendedores de humo, y los que acudieran sabrían que no somos esos provincianos de boina y sombrero, tontainas, a los que es fácil engañar.

    28 oct 2015 / 11:20 H.