Dato malo para el olivar, pero no tanto si se sabe poner en valor

Que haya poco aceite en las bodegas no puede ser bueno, por pura lógica, pero sí lo es si se sabe poner en valor y vender como lo que es, un producto de primera calidad. A menos oferta, la teoría económica dice que la propia demanda hará que suba el precio, pero cuando se habla de aceite no deja de ser eso, una teoría sobre el papel.

    27 feb 2009 / 12:57 H.

    La realidad debe sostenerla los propios olivareros con una clara mentalidad de unión y, por tanto, ser fuertes para defender sus intereses. La Consejería de Agricultura de la Junta señaló ya hace semanas que este año la campaña no llegaría a las 505.000 toneladas que se estimaron el pasado mes de octubre, debido fundamentalmente a las malas condiciones climatológicas. Conforme pasa el tiempo, aquella apreciación oficial no hace sino confirmarse y rebajar, aún más, las expectativas, porque el viento que llegó después de la lluvia dejó también toneladas de fruto en el suelo. En datos globales, en España la producción de aceite de oliva se sitúa un 25 por ciento por debajo de la campaña pasada, la cifra más baja de los últimos cuatro años. En este extraño escenario, se dan circunstancias paradójicas, como el hecho de que el enlace de campaña, a priori uno de los más altos de la historia, haya descendido de manera considerable, hasta el punto de se puede decir que va a faltar.
    Todavía es pronto para hacer previsiones a corto plazo, si se tiene en cuenta que la campaña de recogida está lejos de terminar todavía. Las almazaras se encuentran a pleno rendimiento y se espera que estén así, al menos, unos veinte días más. Será después el momento, con los números reales sobre la mesa, de plantear estrategias que coloquen el precio en origen del oro líquido, al menos, por encima de los dos euros y eso sólo pasa por una postura firme y unida, cada vez más unida, de la provincia que lidera la producción mundial.