Da gusto entrar en los bares

 

 

 

 

 

 

 

 

 






Supongo que los fumadores estarán que echan humo con el veto de la ley antitabaco… También quienes luchan por que la palabra “prohibición” desaparezca del diccionario… Entendible es el enfado generalizado de los hosteleros que invirtieron para diferenciar espacios entre fumadores y no fumadores… Sin embargo, todos estarán de acuerdo en que da gusto no sólo entrar a los bares, sino también salir de ellos. Entrar, porque huele a lo que tienen que oler los establecimientos hoteleros, a comida y a buen tapeo, y salir porque llegas a casa y no tienes que mandar la ropa directamente a la lavadora, sino que puede dormir tranquilamente hasta la mañana siguiente. Y eso nadie lo puede cuestionar, le pese a quien le pese.

    10 ene 2011 / 17:55 H.