Cuatrocientas personas recrean la Batalla de Bailén
Si no fuera por detalles como la vestimenta del público o los teléfonos móviles, cualquier persona del siglo XIX habría creído que en Bailén se vivía, realmente, la decisiva batalla de la Guerra de la Independencia que le dio fama internacional. La recreación —realizada casi al milímetro— volvió al Charco de la Gallina, uno de los lugares en los que ocurrió el crucial acontecimiento. La multitudinaria convocatoria, promovida por la Asociación Napoleónica Española en colaboración con el Ayuntamiento, cumplió diez años de existencia.

Los datos constatan la magnitud de la representación. Cuatrocientos voluntarios encarnaron el recuerdo del hecho de armas, en el que se dispararon hasta setenta kilos de pólvora. Alrededor de veinte caballos y cuatro piezas de artillería dieron realce al acto. La propuesta tuvo como maestro de ceremonias al doctor Alfonso Rojas, quien se encargó de presentar la cita. Desde el micrófono, el experto, uno de los impulsores de la iniciativa, transmitió la pasión que siente por la Guerra de la Independencia. Con sus precisos comentarios contextualizó el conflicto y detalló las fuerzas con las que se midieron las tropas, que además de a soldados españoles y franceses incluyeron a combatientes de otros países, como el suizo Teodoro Reding, vital en la primera derrota del Ejército de Napoleón Bonaparte.
El presentador narró las circunstancias en las que llegaron los contendientes y la evolución sobre el campo de batalla de los diferentes cuerpos movilizados. Igualmente se refirió a la munición, la logística y los medios con los que contaban los militares, que lucharon en una de las épocas más calurosas del año. En cuanto a la utilización del armamento, refirió que las armas se cargaban, en general, por delante —avancarga— y que la eficacia de los disparos era muy baja, ya que de las ocasiones en las que llegaban a explotar, pocas veces hacían blanco.
Toda la teoría quedó plasmada a la perfección en el Charco de la Gallina entre tiros, cañonazos y cargas y repliegues. Una noria en mitad del paraje servía de parapeto, mientras que al fondo se veía una reproducción de la Casa de Postas, vital para las comunicaciones. Los movimientos de las monturas y los jinetes daban dinamismo a la historia verídica, en al que no faltó la pelea cuerpo a cuerpo con bayonetas. Entre los personajes singulares emergieron con fuerza, aparte de Reding, el general español Francisco Javier Castaños y su homólogo transpirenaico Pierre Dupont, el gran derrotado. Se habló del primer escuadrón de dragones de Numancia y del de cazadores de Olivenza, al mando del oficial extremeño Francisco Xavier Venegas. Entre las mujeres brilló con nombre propio la heroína porcunense María Bellido, apodada “Culiancha”, quien, con otras vecinas de Bailén, asistió como aguadora a los vencedores del enfrentamiento bélico.
El público, integrado por numerosas personas, dio ambiente a la recreación —en la que participaron voluntarios del municipio, de otros muchos puntos de España e incluso del extranjero—. Se trató de una ocasión propicia para vivir en familia, máxime después de que la tímida lluvia matinal cediera protagonismo al sol. La representación se prolongó durante, aproximadamente, una hora. La existencia de un perímetro de seguridad permitió que todos los presentes, entre los que había bastante niños, disfrutaran sin riesgo alguno del vistoso espectáculo, único en la provincia jiennense.
Las actividades conmemorativas de la batalla comenzaron el miércoles y acabaron ayer. Entre los contenidos hubo conferencias a cargo de Vicente Ruiz, Miguel Ángel Alonso y Enrique Camacho. Asimismo se instaló el Mercado de la Independencia, con venta de productos artesanales, un concurso de engalanamiento de negocios hosteleros y escaparates, representaciones, actuaciones musicales y de danza, interpretación de sainetes y un concierto infantil en memoria de María Bellido. No faltaron un campeonato de tiro de carabina y mosquete —armas de la época— y la instalación de un campamento para los militares. Las autoridades recibieron, el sábado, a los ejércitos. Las calles bailenenses albergaron, igualmente, vívidas escaramuzas y la escenificación de un entremés a cargo de la asociación local por la Independencia y el colectivo Partida de Camuñas. Se celebraron varios desfiles.