Cuatro años de cárcel por maltratar a su esposa y a dos de sus hijos
El Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén ha condenado a José Antonio A. S. a cuatro años de prisión por maltratar y amenazar a su esposa, así como por amenazar y vejar a dos de sus siete hijos, los que convivían en el domicilio familiar de la capital jiennense, insultándoles e incluso llegando a amenazar a un hijo varón con una navaja, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
De este modo, como se explica en el fallo, el acusado y su esposa están casados desde 1975, si bien el primero tiene problemas derivados del consumo abusivo y diario de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes desde hace años, lo que, unido a la "dependencia emocional" que tiene hacia su esposa, "lo hace para la misma más peligroso". En concreto, desde que se inició la convivencia de la pareja, el acusado ha venido agrediendo, amenazando, insultando y vejando a su esposa y también a sus hijos con palabras como "tus muertos, pelleja, puta y tu puta madre". Así, su mujer sufre desde siempre continuos desprecios, "se siente anulada, que no vale para nada, su autoestima está muy baja" y está siendo tratada por ello. Al hilo, en la sentencia se especifica que, estando recién casados, en un hotel de Palma de Mallorca donde trabajaba y vivía la pareja, el agresor le dio una paliza a su mujer que la obligó a estar cuatro días de reposo absoluto para poder levantarse. Además, en su casa de Jaén, hace siete u ocho años, el acusado le dio otra paliza a su esposa causándole hematomas en ojos y brazos. De otro lado, cuando el acusado regresa por la noche a la casa después de haber bebido, intenta forzarla a tener relaciones sexuales y, sin ella consentirlas, ha llegado a pegarle por ello palizas. También, cuando iban a comer y no le gustaba la comida o había mucha gente en la casa, José Antonio A.S. "se levantaba, cogía el pan y se lo tiraba a su esposa". Es más, en abril del pasado año, la víctima recibió amenazas del acusado delante del psicólogo que la asiste consistentes en "mándame los papeles del divorcio que quieras, que los voy a afirmar y te los vas a tragar hasta por los oídos, si te separas y te vas con otro te mato a ti y al otro, que lo que quieres es putear como tu hermana".Así, tres días más tarde, también en el domicilio familiar, el acusado a las 12,00 horas, tras haber consumido bebidas alcohólicas y tras reprocharle a la mujer "los líos que tenía", en actitud sumamente agresiva y con una vara de madera entre las manos, amenazó a la misma con palabras tales como "si me valiera te atravesaba con ella". Por esto, ella le quitó las llaves de la casa y le dijo que iba a denunciarle. De esta manera, el Juzgado de Instrucción número 4 de Jaén acordó por auto emitido al día siguiente de esta amenaza una prohibición al acusado de acercarse a menos de cien metros a su esposa y su domicilio y comunicarse con su esposa por cualquier medio, que le fue notificada personalmente al mismo, siendo esta medida posteriormente ratificada y mantenida por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jaén. Sin embargo, al mes siguiente, en mayo, el acusado acudió a la casa de su esposa llamando al timbre, a las 7,00 horas, y comenzó a dar golpes a la barandilla con una vara diciendo "las putas están aún acostadas", refiriéndose a su esposa e hija. Pocos días después, el acusado, a pesar de la prohibición que pesaba sobre él de no acercarse a su esposa y su domicilio, acudió al mismo comenzando a llamar al timbre y, al ver que no le abrían, comenzó a increpar a su esposa e hija.