Cuantiosa ayuda material y económica que habrá que gestionar

El conocido desamparo estructural del estado más pobre de América era conocido y el devastador terremoto se ha encargado de ponerlo en evidencia de la manera más cruel.

    18 ene 2010 / 10:11 H.

    Después de una catástrofe natural de proporciones mayúsculas, los ciudadanos esperan que los gobiernos sean capaces de gestionar la crisis desde un primer momento, para socorrer a los heridos y ofrecer las mínimas garantías a los supervivientes. En Haití ese no ha sido el caso. En el peor contexto posible se constata la falta de una red elemental de coordinación en un país tercermundista y en el que la corrupción sólo genera riqueza en unas “élites” que viven fuera de este pobre territorio. A esta desgracia, a la que es imposible poner un número certero de muertos ante la falta de datos de las autoridades locales, responden los gobiernos y, sobre todo, los ciudadanos con un récord de donaciones y bienes materiales que con muchos problemas logísticos llegan ya a la isla. Todos estos fondos liberados para atender a una población malherida y para comenzar a reconstruir organismos básicos tendrán que ser gestionados con racionalidad. El pillaje que se vive en Puerto Príncipe y que se puede generalizar en todo el país muestra la falta de policía y medios para que la ayuda llegue a los necesitados. Una vez que se acabe con la búsqueda de supervivientes y se entierre a los fallecidos comenzará una lenta tarea de reconstrucción del país que requerirá una gestión internacional. EE UU ya ha desembarcado en la isla y por muchos reparos que se quieran poner es necesario que alguien coja la batuta mientras el resto de ayuda internacional se gestiona y llega. El paso al frente   de Obama es preciso, y como asegura el propio presidente estadounidense, el esfuerzo será necesario mantenerlo durante años de manera sostenida. La ONU, de igual forma, deberá aclarar con prontitud cuál  es el modelo de gestión que aconseja y en el que tendrá un papel determinante la potencia americana.