Cuando la solidaridad transforma la muerte en vida
Aunque la inmortalidad es ficción, se puede afirmar que al donar órganos la vida supera a la muerte. Sin embargo, es necesaria una fuerte dosis de solidaridad humana. Y el año pasado, 14 personas y sus familiares demostraron que es un acto real y esperanzador. Por eso, los responsables del Complejo Hospitalario y las delegadas del Gobierno andaluz en funciones, Purificación Gálvez, y de Salud en funciones, Ángeles Jiménez, recordaron a estos donantes de la provincia con un simbólico acto. De esta forma, se plantaron diferentes flores en el conocido como Jardín de la Solidaridad del hospital jiennense y se descubrió una placa, durante el Día Nacional de los Donantes de Órganos. “Estamos aquí para expresar nuestra máxima admiración y reconocimiento a quienes tomaron la sabia decisión de ser donantes de órganos. Con ello se optimiza y se mejora la calidad de vida de las personas, se salvan vidas y no hay un acto más generoso que donar órganos”, expresó Purificación Gálvez.

En este sentido, la responsable autonómica recordó que, gracias a la solidaridad de estas 14 personas, se trasplantaron 13 riñones, 6 hígados, 4 corazones, 11 córneas, y 60 tejidos óseos, en los hospitales de Andalucía y del resto de España. Mientras, los trasplantes realizados en el Complejo Hospitalario de Jaén, en 2014, fueron 9 córneas y 15 de médula ósea.
Por otra parte, con la lupa sobre los datos del presente año, la delegada en funciones, subrayó que en Jaén se registraron 12 donaciones de órganos y tejidos. “Ello ha permitido el trasplante de 8 riñones, 10 hígados, 6 pulmones, 1 intestino, 2 páncreas y 1 estómago, además de 7 córneas, 1 válvula y 36 tejidos osteotendinosos. Junto a ello, en Jaén se trasplantaron 4 córneas, 4 progenitores hematopoyéticos y 8 tejidos osteotendinosos”, apuntó Purificación Gálvez.
En cuanto al perfil de los donantes, la delegada destacó el evidente cambio a lo largo de los últimos años. “El donante fallecido de órganos presenta cada vez mayor edad y continúa modificándose de forma progresiva”, indicó Gálvez, quien matizó que, la edad media pasó de los 35 años, en 1991, a 60 años, en 2014. “Los donantes menores de 45 años pasaron de representar el 66% en 1993, a significar solo el 16% en 2014”, dijo. Mientras, los donantes de 60 o más años pasaron a ser el 6% en 1993 al 53% en 2014. “En los últimos años se pusieron en marcha diversas estrategias como la donación en asistolia, conocida como donación a corazón parado, el impulso del trasplante renal de donante vivo, el renal cruzado, el birrenal, el hepático en dominó o en la modalidad de split”, enumeró.
Por su parte, Antonia Morante Valle, coordinadora médica del Complejo Hospitalario de Jaén, matizó que, si bien Jaén es una de las provincias andaluzas con menor número de donantes, en los últimos años creció y disminuyeron las negativas de las familias. “La gente se muestra más solidaria. Y los mayores, que siempre son más reacios, cuando les dices que se va a hacer un bien, enseguida dicen que sí. Sin embargo, los jóvenes están más mentalizados”, explica Morante.
Por otra parte, la experta subraya que los donantes son mucho más mayores. “Que una persona sea mayor no es una contraindicación para que sea donante y hay que valorarla como a un joven, pues habrá órganos que pueda donar y otros que no”. En cuanto a la tasa, Morante indicó que la de Jaén es “baja”. “Nos quedamos sobre 24-25 donantes por cada millón de habitantes”.
Aun así, subrayó la importancia de dejar constancia de la intención de donar. “El problema es que, si el fallecido en vida no dijo nada, es responsabilidad de las familias y hay algunas que en un momento de ‘shock’ no se ven capacitadas ni con la fuerza, pues no quieren cargar con la duda de si quería o no donar. Por eso hay que hablarlo”.