Cuando la juventud del alma llega después de la jubilación

María José Ortega/Jaén
Son mayores solo porque la piel lo delata. Tienen un alma lozana y una mente que no sobrepasa la treintena, y aunque la sociedad insiste en llamarlos tercera edad, muchos asisten ahora a su primera juventud. Tiempo libre y miles de actividades para disfrutar. Son abuelos que se niegan a ser viejos.

    30 ene 2012 / 10:16 H.

    Joaquín tiene ochenta y seis años, es director del grupo de teatro en el Centro de Día para Personas Mayores “Catedral” Jaén I. Y tiene novia. Se siente joven y realmente lo es, porque tiene la misma energía que un muchacho de veinte. Su historia es solo un ejemplo más de todas aquellas personas mayores que disfrutan de una nueva etapa en su vida después de los sesenta y cinco años. Posibilidades de ocio no faltan, solo se requiere tener ganas.
    La delegada para la Igualdad y Bienestar Social, Carmen Álvarez, aclara que existen diecisiete centros repartidos por toda la provincia en los que se organiza todo tipo de actividades, desde talleres de manualidades o informática hasta de bolillos, bailes, teatro, juegos, gimnasia y batuka. Además, Álvarez explica que hay una serie de ofertas exclusivas para ellos, como, por ejemplo, la Tarjeta Oro o la Andalucía 65 —con 103.285 jiennenses titulares—, los viajes culturales o el programa universitario de mayores. Una iniciativa que cada año cuenta con más estudiantes. De hecho, en 2011 había casi seiscientas personas mayores matriculadas en las diferentes sedes de la Universidad. 
    “El objetivo de estas políticas es que los abuelos sean protagonistas de su envejecimiento, que cuando lleguen a los sesenta y cinco no piensen que termina su trayectoria, sino que hay un cambio lleno de posibilidades”, argumenta la delegada. Son opciones para añadir más vida a los años.