Cuando caminar es una protesta
La columna andaluza de las Marchas de la Dignidad, formada, por ahora, por un millar de personas -un centenar de la provincia-, dejó atrás la comunidad desde Despeñaperros. Les espera por delante cientos de kilómetros a pie con una meta clara: llegar a Madrid el próximo sábado, 22-M. Fue una primera etapa mucho más dura de lo previsto. Los participantes en las Marchas de la Dignidad de Jaén capital se reunieron con sus compañeros de la provincia y del resto de Andalucía en Santa Elena, por la mañana, con la idea de salir de la región por la nueva autovía de Despeñaperros en una caminata vigilada en todo momento por las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Cerca de un millar de personas, las que forman, por ahora, la columna andaluza -según informaron fuentes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) a este periódico-, salieron a la carretera con las banderas al aire, camisetas reivindicativas y proclamas de cambio de dirección en la política y en la sociedad. Almuradiel (Ciudad Real), era el lugar elegido para realizar la parada del mediodía. Sin embargo, costó llegar más de lo previsto. "La Subdelegación del Gobierno no nos ha dado el permiso al final para ir por la autovía, y hemos tenido que caminar por la carretera vieja, lo que ha supuesto mucho más esfuerzo", explicó Curro Moreno, de Organización del SAT. "Entre esto y el calor, la gente ha llegado más cansada, sobre todo, las personas mayores, pero con muchas ganas e ilusión", aseguró Moreno.
La columna andaluza está integrada por personas de todas las edades: desde manifestantes de más de setenta años, hasta niños acompañados por sus padres. El millar de personas que salió de la provincia jiennense hará el recorrido más arduo: a pie, día tras día, hasta llegar, el sábado, a Madrid, epicentro de las Marchas de la Dignidad, donde se juntarán los grupos de toda España para una gran manifestación que partirá desde la zona de Atocha.
Pero, además, al centenar de jiennenses que avanzan por las carreteras desde ayer se sumarán muchos más: los que llegarán, directamente, el 22-M. Muchos, en autobuses: hay dos ya completos de la capital, otro de Linares, un par de Jódar, a lo que hay que sumar los desplazamientos en coches particulares y otros medios. El manifiesto del 22-M remarca: no al pago de la deuda, no a más recortes, y se pide "pan, techo y trabajo para todos".