Críticas al estudio de impacto ambiental de la huerta de Pegalajar
Casi cuatro años después de la aprobación inicial del Plan Especial de Protección de la huerta pegalajareña, el pleno de la Corporación dio luz verde, recientemente, al estudio de impacto ambiental. Un informe “necesario” pero con “carencias”, según la asociación Fuente de la Reja.
Sostiene la alcaldesa de Pegalajar, Manuela Aranda (PSOE), que el proceso para proteger la huerta como lugar de interés etnológico “se está realizando conforme dicta la Ley” y anuncia: “Pronto llegaremos a la aprobación definitiva”. En el número 67 del Boletín Oficial de la Provincia aparecía publicado, el miércoles, que el Ayuntamiento, en un pleno celebrado el 26 de enero, había aprobado de manera inicial el Plan Especial de Protección del lugar de interés etnológico “Huerta de Pegalajar” y el Estudio de Impacto Ambiental. En cuanto al primer punto, tanto IU como el colectivo vecinal Fuente de la Reja se muestran sorprendidos, puesto que la aprobación del plan se produjo en junio del año 2007, bajo el mandato municipal de la actual delegada provincial de Cultura, Mercedes Valenzuela. En cuanto al segundo, consideran que el informe de impacto ambiental era “necesario”, pero —afirma Diego Polo desde “Fuente de la Reja”—“tiene carencias importantes”. Por eso —avanza—, antes de que acabe el mes que contempla la legislación para la exposición al público del documento, la asociación presentará reclamaciones. Y apunta el representante del colectivo vecinal: “Esperamos que sean respondidas en tiempo y forma”. Hace esta advertencia porque el colectivo pegalajareño “aún no” ha recibido contestación alguna a las siete alegaciones que interpuso, en 2007, cuando se aprobó inicialmente el plan de protección. “El Ayuntamiento no responde y creemos que infringe la Ley”, lamenta Diego Polo, que, por ahora, se reserva el contenido de las alegaciones para que nadie pueda institucionalizar ni politizar una cuestión que es de especial trascendencia para el municipio, como reconoce la propia alcaldesa.
“El Ayuntamiento está de acuerdo con lo que dice el plan, pero hay que ir desarrollando el municipio y esto es lo que nos va a dar este informe: un desarrollo urbanístico, para que Pegalajar pueda seguir creciendo, pero conservando lo que sea necesario”, comenta Aranda, que, ante las críticas asegura que se siguen “los pasos legales y administrativos necesarios”. “Son trámites obligados”, asevera y sostiene: “Vamos por el camino correcto”. Los intentos por hacer compatible el desarrollo urbanístico de Pegalajar con la conservación de su patrimonio natural se remontan al año 2002 y, “en poco espacio de tiempo”, afirma Manuela Aranda, quien añade: “Conseguiremos ver una realidad de desarrollo en el municipio”. Nuria López Priego / Jaén