Cristóbal Pérez volverá como funcionario al Ayuntamiento de La Carolina
Lo ha pedido y se lo han concedido. El exsegundo teniente de alcalde y exconcejal de Deportes de La Carolina, Cristóbal Pérez Martínez, es trabajador municipal desde 1999, y laboral fijo desde 2005, cuando tomó posesión de su plaza, al igual que otros 128 empleados municipales. Por este motivo, ha solicitado reincorporación a su plaza tras su dimisión como concejal el pasado 17 de noviembre de 2014 por su imputación en el “caso Enredadera”.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de La Carolina municipal, en aplicación de la legalidad vigente, aprobó su petición, toda vez que la pérdida de su condición de concejal no lleva aparejada la de su puesto de trabajo, del que había solicitado una excedencia en el año 2011, según informaron a este periódico fuentes municipales.
La decisión se deriva del informe del departamento de Personal, que después de aclarar que, hasta su elección como concejal, Cristóbal Pérez ocupó una plaza de administrativo técnico de deportes desde 2003, justifica la aprobación en la normativa vigente. En concreto, en la ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las bases de régimen local, que expone que los miembros de las Corporaciones locales quedan en situación de servicios especiales cuando sean funcionarios de la propia corporación para la que han sido elegidos. El informe de personal sustenta, asimismo, su aprobación en el artículo 140 del texto refundido de régimen local de la legislación autonómica, que en su punto 21 valida el reingreso al servicio activo de los funcionarios con reserva de puestos de trabajo. Punto que en su apartado 2 alude a los funcionarios procedentes de la situación de servicios especiales, como es el caso de Cristóbal Pérez Martínez.
El carolinense dimitió de sus cargos en el Ayuntamiento y de sus labores dentro del PP de La Carolina después de quedar libre con cargos en la operación “Enredadera”. El alcalde, Francisco Gallarín (PP), había defendido tras la detención de su hombre de confianza que las adjudicaciones realizadas a Fitonovo en su municipio habían sido legales y, tras la dimisión de Pérez, aceptó su decisión aunque matizó que “no basta con ser honrado, sino que hay que aparentarlo”. Los investigadores del caso consideraron que existen indicios para pensar que Fitonovo le entregó 20.000 euros a cambio de un trato de favor a la hora de quedarse con obras en el municipio. La empresa construyó el centro deportivo Ramón Palacios, una pista de pádel y se encargó del arreglo del patio de un colegio. Una noche de hotel, caviar, cantidades poco importantes de dinero y una cámara de vídeo son algunos de los regalos recibidos por los funcionarios.