¿Crecimiento o progreso?

Desde Jaén. Tal vez puedan parecer 2 palabras con significados similares, pero representan 2 formas muy diferentes de entender la forma en la que podemos salir de la crisis. Por una parte, el crecimiento o las políticas de crecimiento se presentan por parte de los partidos de la derecha europea y de nuestro Gobierno del PP, como la solución a todos nuestros problemas y el camino hacia la recuperación económica, anteponiendo ciertos indicadores económicos a los indicadores de calidad de vida de las personas. Para los que defienden el “crecimiento”, sus principales preocupaciones son el índice de producción de bienes y servicios, de consumo energético o el ahorro, por decir algunos, dejando en un segundo plano otros conceptos como la estabilidad en el empleo, la brecha entre ricos y pobres, las víctimas por violencia de género o los sistemas de protección y ayuda a las personas dependientes. El “crecimiento” es algo que está muy alejado de las personas que con su trabajo diario generan la riqueza del país, es un concepto mercantil que manejan quienes anteponen los negocios y el dinero a las personas.
Por otra parte, el concepto de “progreso” o las políticas progresistas, tienen su interés en mejorar las condiciones de vida de las personas como eje principal. El progreso tiene en cuenta el acceso libre y gratuito a la educación, la sanidad pública, gratuita y de calidad, las pensiones dignas, la protección de la clase trabajadora frente a los abusos, la igualdad de derechos y oportunidades, la protección de los débiles, la equidad y la solidaridad, el progreso significa anteponer las personas al poder del dinero y de los mercados, propiciando las mejores condiciones que favorezcan una economía sostenible y el empleo de calidad. Actualmente tenemos 2 alternativas reales de gobierno en Europa, el modelo que busca el crecimiento económico de la derecha y el modelo que busca el progreso, de los socialistas europeos. Lamentablemente para la clase trabajadora en España, Europa lleva muchos años con un Parlamento Europeo controlado por las tesis de Alemania y de crecimiento económico a cualquier precio. Vivimos en un entorno político supranacional, no podemos negar la realidad. Actualmente el enemigo de la clase trabajadora es la desafección y la abstención, que benefician a los partidarios de la desregulación de los mercados, de las amnistías fiscales, de los paraísos fiscales y que nos quieren engañar con el discurso del crecimiento económico, pero ocultando la verdad. El crecimiento beneficia al capital a costa de recortar derechos a las personas. El “progreso” beneficia a la clase trabajadora, reduce las listas de espera hospitalarias, mejora la calidad de la educación pública, protege los derechos laborales y los salarios dignos, garantiza las pensiones, defiende la igualdad de derechos y oportunidades. El “progreso” es transparencia en la gestión pública, como la Ley de Transparencia aprobada en Andalucía hace unas semanas. El modelo de la Europa que estamos construyendo puede seguir por el camino del “crecimiento económico” o tomar el camino del “progreso social” y dependerá de lo que decidamos las personas el próximo 25 de mayo.

 

    23 mar 2014 / 23:00 H.