Coraje como última esperanza

Agotar hasta el último resquicio legal para que la muerte de su hijo quede clara por completo. Ese es el sentido vital de los padres de Javier Joyanes, conocidos ya como “padres coraje”, que llevan seis duros y largos años de batalla en batalla para conseguir saber a ciencia cierta cómo murió su hijo Javier Joyanes, de 27 años, después de asistir a una boda en el municipio granadino de La Calahorra. Mientras la versión oficial asegura que fue un accidente, la familia sostiene que hay indicios de criminalidad y reclaman una segunda autopsia. La cuestión es que hace unas semanas un juzgado de Guadix mandó archivar el caso, algo contra lo que se rebelan y, de ahí, su decisión de recurrir al mismísimo presidente del TSJA, el jiennense Lorenzo del Río, para pedir su respaldo en esta misión en la que han convertido la razón de ser de su existencia desde aquel fatídico septiembre de 2008.  Se trata de una visita quizá más simbólica que efectiva en realidad, por pura cuestión de competencias, pero llama la atención de manera poderosa el respaldo unánime de todos los grupos políticos en el Ayuntamiento de la capital, más allá de colores políticos. Un apoyo que desde la familia se valora especialmente, por lo que supone de calor y refuerzo moral. Representantes de PP, PSOE e IU, con el propio alcalde a la cabeza, que representa que toda la ciudad arropa a un matrimonio que solo quiere que se sepa la verdad. Con todo el respeto a las decisiones judiciales, desde el punto de vista del ciudadano de a pie, no se entiende bien por qué razón no se permite investigar hasta las últimas consecuencias, al menos, hasta que los afectados tengan un resultado satisfactorio, sea cual sea. 

    12 may 2014 / 22:00 H.