Convulso tiempo entre pelotas, del Blog Palabra Perdida

No, no voy hablar de política. El titular puede dar lugar a equívoco, pero hoy el protagonismo es para el Real Jaén y no, precisamente, por el buen tino futbolístico del equipo de Manolo Herrero. Bien es cierto que, como en la política, en el ecosistema de los palcos y directivas se mezclan también intrigas, celos, zancadillas y olor a cuarto cerrado. 

    04 feb 2014 / 23:00 H.

    El Real Jaén estuvo al borde de la desaparición y solo con el apoyo del Ayuntamiento, con su cobertura legal y urbanística, el patrocinio de la Diputación Provincial y la administración concursal que marcó rumbo y prioridades se evitó su extinción.  El club salió del atolladero y con el ascenso a Segunda División, las taquillas y los derechos televisivos de la Liga Adelante comienza a entrar dinero y, en paralelo, se activan los desencuentros. El club pasa a interesar dentro y fuera y cualquier movimiento se observa y se interpreta con sospecha.
    Algunas decisiones del presidente Teruel, entre ellas desprenderse de una figura tan destacada en la historia del club como Juan Carlos Hidalgo, otrora mano derecha, se interpretan como pasos previos a la venta. Y en este punto es cuando retorna, desde Australia, Juan Miguel Hitos, un presidente efímero pero en cuya tarjeta de presentación subraya que invirtió  3 millones de euros en el Real Jaén, y pone fecha para que aquellos títulos que cedió a  Carlos Sánchez por un euro, sí por un euro, le sean devueltos. Y manda una misiva o requerimiento notarial para poner fecha al desencuentro nada amoroso, 14 de febrero. Machete en mano, con el “Cocodrilo Dundee” iliturgitano volverían los apartados por Teruel que movió pieza y desveló la razón última por la que echó a Hidalgo: “Se vio con Hitos”. Un ruido de sables que dejará víctimas y que en nada beneficia al equipo.