27 abr 2014 / 22:00 H.
La tarde del 23 opté por escuchar en la Biblioteca Pública el “Manifiesto a favor de la lectura”; no estuve, pues, en la presentación de la novela “Arrojado a los leones” del escritor vasco Sabino Cuadra. Un acto este, cuya fuerte polémica e impacto mediático para sí quisiera cualquier autor, previsto en la Universidad y al que se opusieron airadamente la Asociación de Guardias Civiles, el Partido Popular, Alternativa Española, Democracia Nacional y dos colectivos estudiantiles. Lamento la oposición de entes tan activamente lectores, argumentando que su autor pertenece a Amaiur (partido con presencia parlamentaria) y que el dinero de su venta servirá para apoyar actividades separatistas. Me repugna y aterra el boicot y la cruzada activa (no la crítica) contra cualquier libro, el despertar de la censura, la persecución de la palabra y las ideas, los nuevos Cisneros capaces de levantar Birramblas donde quemar la cultura. Que la universalidad de la Universidad de Jaén quede constreñida me preocupa más que lo del dinero: ni para papel de fumar tendría el autor, cualquier autor, vendiendo sus libros en esta provincia.