Constante lucha por sobrevivir

 Basta con analizar los datos del estudio anual “Radiografía de la pyme 2011”, elaborada por Sage España. Uno de los datos que dan hasta escalofríos es que la meta que se propone el 80 por ciento de este tipo de negocios es, simplemente, sobrevivir. Pero, además, si tuvieran que hacer averiguaciones sobre cuándo terminará esta mala situación económica, la mitad considera que será a partir del año 2014. Curioso es, también, que el 56% de ellas no realizó inversión informática alguna en 2010 y, tras observar este análisis, que contó con una participación de 6.000 pymes, se descubre que el 64% piensa que la crisis no es una oportunidad para algunos sectores de negocio. Todo lo contrario. Casi 9 de cada 10 pequeñas y medianas compañías manifiestan que les ha afectado considerablemente, en especial en lo que se refiere a las ventas.
Pero, ¿qué es lo que quita el sueño a las pymes y a los autónomos? Sobre todo, según refleja el informe, les preocupa la morosidad en sus negocios y, también, el pago de las nóminas de los empleados. La provincia, que según los últimos datos de la consejería de Economía, Innovación y Ciencia, cuenta con 41.697 establecimientos, de los que la mayoría pertenecen a los sectores del comercio y de servicios, no escapa a estas ideas. Las previsiones, según Sage España, no son nada optimistas, y es que, si se habla de nuevas tecnologías, en 2011, el 79,57 por ciento de los consultados asegura que no realizará ninguna inversión en hardware y la innovación no está en sus pensamientos. Lo único que parecen tener más claro es que son necesarios los planes de formación, e, incluso, puede que los lleven a cabo. De igual modo, llama la atención que el 47% de los encuestados todavía no utilice la factura electrónica, o que 57 de cada 100 emprendedores desconozca la existencia de subvenciones que procedan de las distintas administraciones públicas.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ), Leonardo Cruz, no duda en calificar de “catastrófica” la situación por la que atraviesan las pymes de la provincia. “Las ventas han bajado de una manera alarmante, ya que no existe confianza en el consumo y hay una gran incertidumbre. El que tiene algo lo ahorra, y el que no tiene, pues no puede comprar”, señala. “Por otro lado, está la enorme morosidad, y también la inexistencia del flujo del crédito. La situación de las pymes de Jaén, como en el resto de España, es crítica”, advierte. También compara con las grandes compañías. “En su caso, tienen más acceso al crédito y llegar a acuerdos, por ejemplo, para reducir jornadas, pero en el caso de la pyme, si son dos o tres empleados, no tienen capacidad para reducir”, argumenta. De igual modo, expresa que la mayoría de estos empresarios “pone su patrimonio como garantía” y no tiene “capacidad de endeudamiento”. El presidente de la CEJ también especifica que los datos y las estadísticas, a día de hoy, puede que no sean exactos. Es decir, en sus palabras, existen muchas empresas que siguen dadas de alta, aunque no tienen ninguna actividad. “Pasa sobre todo con las constructoras. Hay gente que no se da de baja en su actividad fiscal porque tienen asuntos que resolver, pero no están en funcionamiento”, afirma.
Por otro lado, el delegado provincial de Economía, Innovación y Ciencia, Manuel Gabriel Pérez,  recuerda que, aunque uno de los principales problemas que encuentran en la actualidad es el acceso al crédito, desde las administraciones públicas se realiza un “esfuerzo importante” en apoyar a las pymes, sobre todo, en asuntos relacionados con la modernización. “Creo que, poco a poco, comienzan a incorporar la innovación. Cada vez están más relacionadas con las universidades y con los centros tecnológicos, y son conscientes de la conveniencia de cooperar entre ellas”, expresa. “El empresariado jiennense tiene que dar importantes pasos en este sentido”, añade. En concreto, el titular de Economía explica que desde el Gobierno andaluz se han puesto en marcha “instrumentos importantes”, algunos dirigidos a abordar la situación en la que se encuentran y las oportunidades que tienen para mejorar. También destaca que se sustituyen los incentivos a fondo perdido por los reembolsables, para que tengan fácil acceso a la financiación. “La clave está en la apuesta por la innovación y, para empezar, los proyectos que apoyamos, y a los que concedemos ayudas, tienen que tener características innovadoras, que supongan un valor añadido. Hacemos un esfuerzo importante cuando son empresas que desarrollan su actividad dentro de la Economía Social, o en aquellas que promueven las mujeres o los jóvenes”, concluye. Uno de los objetivos es que puedan mantenerse en un mercado complejo y, a la vez, más competitivo.