Condenada por robar 80 euros a un anciano para el que trabajaba como empleada de ayuda a domicilio
El Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén ha condenado a D.G.R. a pagar una multa de 36 euros por una falta de hurto a un anciano para el que trabajaba como empleada de ayuda a domicilio acudiendo a su hogar de la calle Paloma de la localidad jiennense de Torres, según el fallo, al que ha accedido Europa Press.
De esta forma, como relata la sentencia, los hechos tuvieron lugar el pasado 12 de febrero, cuando, con intención de obtener ilícito beneficio, la condenada sustrajo del interior de la chaqueta propiedad de la víctima la cantidad de 80 euros, dinero que no ha sido recuperado por su propietario.
Asimismo, como detalla el Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén, la valoración conjunta de la prueba practicada no puede conducir a concluir que los hecho sean constitutivos de un delito de hurto al no resultar probada que la cuantía sustraída por la acusada sea superior a 400 euros, si bien un testigo que convive con la víctima la acusa de haberle robado otros 5.000 euros que tenía guardados en un bote de cacao en la cocina.
De esta forma, la acusada ha afirmado que "solo cogió de la chaqueta la cantidad de 80 euros pero que el hijo e dijo que cuando le hiciera falta podía coger dinero", algo que mantiene coherencia con las declaraciones de dos testigos que aseguraron que "hablaron con la trabajadora y les reconoció que solo había cogido dicha cantidad, siendo despedida esa misma tarde".
Por su parte, la víctima aseguró que "se dio cuenta de que le faltaba dinero y que creía que eran 150 euros", para posteriormente sostener que "calcula que fueron un total de unos 600 euros", manifestando sin embargo en la declaración prestada en instrucción que "ha echado en falta unos 700 u 800 euros". Además, preguntado por el letrado de la defensa sobre las citadas contradicciones, el testigo no aclaró en el plenario el motivo de las mismas.
Igualmente, la acusada manifestó que "cuando se dieron cuenta fue a devolver la cantidad, pero no quisieron coger el dinero", extremo reconocido por la víctima, al afirmar que "la acusada le fue a devolver 80 euros pero no lo quiso".