Condena a un grupo de narcos con “hilo directo” con Colombia

Fue a principios de año cuando la Guardia Civil dio por desarticulado un grupo de narcotraficantes colombianos que abastecía de cocaína a varios “camellos” de municipios cercanos a la capital. Fue la bautizada como operación “Luna”, en la que se decomisaron unos 310 gramos de “farlopa” de gran pureza. Los investigadores del Instituto Armado aseguraron entonces que la banda, dirigida por dos hermanas, tenía “hilo directo” con Colombia para traer la mercancía a España.

18 oct 2014 / 08:30 H.

Diez meses después de aquella espectacular redada, las cuatro personas que componían el núcleo duro de la organización son condenadas a penas de prisión por delitos contra la salud pública. No ha hecho falta celebrar un juicio, porque todos los acusados admitieron su culpa ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia. Antes de “apechugar”, su defensa había alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía.
La sentencia, que ha sido rubricada por los procesados esta misma semana, establece un castigo de tres años de cárcel para las dos mujeres colombianas que dirigían el grupo. Se trata de Claudia María P. T, de 44 años y apodada “La Señora”, y de su hermana Beatriz Elena, de 49. También tendrán que hacer frente al pago de una multa de 25.000 euros cada una. Ambas están en prisión preventiva desde que fueron esposadas por la Guardia Civil el pasado 9 de enero. De hecho, en sus viviendas, ubicadas en la calle Perpetuo Socorro y en el Paseo de España, se encontró casi toda la cocaína —más de 300 gramos—. También estuvo entre rejas hasta mayo un hijo de Claudia María. Sebastián G. P. colaboraba en determinadas ocasiones en vender la droga. También ayudaba en el negocio el cuarto de los condenados, Iván Arturo M. V., un ecuatoriano, que se dedicaba a las labores de logística. En su poder tenía una pequeña cantidad de droga (6,32 gramos), una balanza de precisión y más de 3.210 euros. Los dos varones aceptaron condenas de dos años de prisión y una sanción económica de 1.500 euros.
Además del núcleo duro de la organización, la Guardia Civil practicó otros once arrestos en varios municipios de la provincia. Presuntamente, eran los “camellos” que adquirían la cocaína al grupo de narcos colombianos y que, después, la distribuían “al menudeo” en sus pueblos —Martos, Torredelcampo, Cambil y Fuensanta—. Fuentes judiciales cercanas al caso explican que el proceso judicial contra ellos quedó archivado.
Esta sentencia es el segundo golpe que asesta la Justicia esta semana a las bandas de narcos tras la condena de prisión para nueve miembros del clan de los Pikikis.