Conciliación trabajo y familia
José Luis Mota Garay desde las Palmas de Gran Canaria. Uno de los vectores socioeconómicos que España debía mejorar era el de la “productividad”: que hace referencia a la eficiencia: hacer las cosas, los trabajos: con el menor esfuerzo posible, en el mínimo tiempo. Porque la productividad es conseguir que el rendimiento del trabajador llegue a ser máximo.
Pero siempre, debe tener la limitación de que no se agote en sus tareas. Aquí entraría lo de “saber descansar”, para recuperar fuerzas y enfrentarse con la tarea siguiente o estar disponible y dispuesto a un trabajo intenso al día siguiente; y, sobre todo, no caer en un estrés, que termina impidiendo el acierto en los resultados. No sé si por motivos de productividad o por la salud laboral, de las madres que trabajan, se ha empezado a hablar con cierta insistencia por los expertos en cuestiones laborales, incluso el debate de la regulación de los horarios, incluido el final de la TV, ha llegado hasta el Congreso de los Diputados . Si hay que empezar a trabajar antes de las 9 de la mañana, hay que dormir, depende de las necesidades de las personas entre siete horas y media u ocho. Es un problema de ámbito nacional, con distintas soluciones, algunas ya adoptadas por empresarios conscientes, por o por convenios colectivos. De cualquier manera es obligado hacer un cambio si se quiere que sean los padres los que puedan atender a sus hijos cuando no están en la escuela, y la única solución si se quiere hacer efectiva la conciliación del trabajo de la mujer fuera de casa y sus tareas maternales u hogareñas, siempre con la condición de que los padres se involucren la parte de las tareas que le corresponden el hogar. Como es un tema complejo en el que hay muchos problemas colaterales: Hay que dejar de hablar y ponerse a solucionarlo. Conciliando también a los distintos sectores implicados.