Con la música a otra parte
Entran con ocho años con toda la ilusión y su instrumento debajo del brazo y después de cuatro cursos, tienen que superar una prueba de campeonato para poder pasar al grado profesional del Conservatorio. Tienen once y doce años y sufren en sus carnes una dura prueba como la selectividad que muchos no logran superar. Pero lo peor no es suspender, sino aprobar y no tener plaza para seguir.

Este año se han quedado fuera una treintena y no están dispuestos a conformarse con la explicación de la Junta: “No es una enseñanza obligatoria”. Tampoco lo es el Bachillerato y todo estudiante que aprueba la ESO puede continuar sin problema en su centro. Lo denunciaba la presidenta del Ampa, Mónica Alcázar. ¿Dónde se ha visto semejante incongruencia? Pues se ve aquí y en toda Andalucía. No consuela, pero al menos en eso no somos ni los primeros ni los únicos. La música amansa a las fieras y por eso van a protestar la semana que viene con un concierto a las puertas de la delegada Yolanda Caballero. A ver si ablandan así, con armonía y batutas, algún corazoncito.
n la lluvia trae aceite. Campaña de aceite histórica esta que se termina y precios también que baten récords. Cincuenta céntimos de subida del virgen extra en un mes es mucho (los olivareros dirán que todavía es poco) y ya se paga a 2,64 euros el zumo de aceituna a granel en origen. Ahora, con las cabañuelas de Alfonso Cuenca a favor de la lluvia en septiembre, las expectativas de una buena campaña crecen. Dicen los que miran al cielo continuamente, que nuestro mar de olivos necesita agua este mes que mañana comienza y eso es lo que tendrá. Bien, bien. Hay que pagar las cosas a su justo precio, para que todos ganen, no solo unos pocos. Los de siempre. Y ser capaces de ser serios para que el precio no se negocie en las barras de los bares, por decir un sitio decente.
n fuego ¿intencionado? Las llamas no salen por generación espontánea. El viernes ardía un descampado cercano a un asentamiento de chabolas, con tres focos en su origen, así que blanco y en botella. Investigan si es intencionado, pero tampoco necesitan indagar mucho. Se supone. Si alguien quiere que esas familias se marchen y lavar las conciencias, la solución no es plantarles fuego.