Como sardinas enlatadas

Pónganse en situación. Dos menos veinte de la tarde, aproximadamente, de un día entre semana. Por ejemplo, este jueves. Escolares y trabajadores del Polígono de los Olivares se aprestan a coger el autobús que los devuelva al corazón de la ciudad. En las paradas también esperan ancianos, discapacitados, empleados y pacientes que han bajado al Hospital Neurotraumatológico. Y cuando, por fin, llega el autobús de la línea 11, resulta que, en esta hora punta, lo que encuentran ante sí es un vehículo “micro” que, rápidamente, se llena hasta los topes y en el que solo la falta material de espacio impide que alguien se caiga con alguna frenada o en un giro leve del volante. Esta situación no es un cuento. Es la que sufren —y por la que se quejan reiteradamente— desde el pasado mes de septiembre decenas de usuarios de la línea 11 de autobús.

14 nov 2015 / 09:40 H.


Aunque están destinados al casco histórico, a principios de verano, la concesionaria del transporte público en la capital, Herederos de José Castillo Castillo, empezó a sustituir el autobús por un “micro” para bajar al Polígono de los Olivares. Según pudo saber este periódico, coincidió prácticamente con la presentación del nuevo microbús que realizó el equipo de Gobierno local en la víspera de las elecciones municipales. Y el motivo —argumentaron las fuentes consultadas por este periódico— que explica esta medida fue, básicamente, una búsqueda de ahorro. Como el edil de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Ruiz, explicó durante la presentación, los nuevos microbuses se abastecen con biodiésel y no solo son menos contaminantes, también conllevan un menor consumo y, por extensión, un gasto inferior.
Pero lo que, en verano, podía, incluso, entenderse porque la actividad en la ciudad se paraliza casi por completo por el efecto las vacaciones estivales, “a estas alturas” es una contrariedad que alimenta críticas encendidas —la gente se siente “como sardinas enlatadas”— y provoca situaciones, a veces violentas, de reproches recurrentes a los conductores. Aunque no se produce todos los días, el uso del microbús para una línea con tanto volumen de usuarios como la 11 coincide también con otras prácticas que no pasan desapercibidas para los usuarios del transporte público.
Por ejemplo, a partir de las tres y media de la tarde, la empresa suprime uno de los cuatro autobuses —son dos 10 y dos 11— que, diariamente, deben bajar al hospital y los números de cada línea se van intercambiando a la altura de San Felipe. Esto explica una confusión que se repite entre los usuarios: por qué si sube el 10, el autobús que arriba a la parada de Cubero, de repente, luce el número 11. Los autobuses, por lo tanto, se ven reducidos, pero los trabajadores —según pudo saber este periódico— se ven obligados a realizar los mismos tiempos que cuando son cuatro. Algo similar sucede con la línea 19 que cubre el Bulevar y hay usuarios que han expresado su extrañeza porque hay trabajadores en turnos de mañana y tarde el mismo día.
Este periódico intentó sin éxito conocer las versiones de la empresa y del Ayuntamiento, como garante de la prestación de este servicio público.
¿Calidad?. Las críticas al servicio de autobús que presta la empresa Castillo no son nuevas y, además, en los últimos años, se han agudizado. La calidad está en el punto de mira y la reclaman los ciudadanos y los expertos del Consejo Económico y Social (CES) local en cada dictamen que han realizado cada vez que se ha subido el precio del billete correspondiendo con el incremento del IPC. Este órgano consultivo ha denunciado, insistentemente, que los ratios de eficiencia de este servicio “no están acordes con la media de las capitales de provincia de Andalucía”, por mucho que el billete de autobús         —como siempre ha replicado el equipo de Gobierno del PP— esté entre los más baratos de la región. Entre las exigencias a la concesionaria destacan la implantación de un billete único con “tarifa plana”, una remodelación de los vehículos articulados, la progresiva implantación de paneles informativos de alta tecnología o la realización de un estudio en profundidad de la líneas vigentes.