Cómo hacer una tortilla sin huevos
Pensé que se trataba de una broma de mi compañera Manuela cuando me dijo que en la presentación de los presupuestos de la Junta para 2012 no se daban cifras sobre inversiones para la provincia, ni aparecía número alguno sobre lo que supuestamente costarán los proyectos que el próximo año prevén ejecutar en Jaén. El argumento de la consejera de Presidencia, la paisana Mar Moreno: “Damos prioridad a gestionar con flexibilidad, no queremos que la rigidez dificulte la construcción”.
Yo, supongo que como la mayoría de los mortales, me quedo como estaba antes de escuchar esta argumentación. Y es que esto de unas cuentas sin números me suena como a una tortilla sin huevos o a un cocido sin garbanzos. Inevitablemente, me lleva a desconfiar.
Muchas veces –más de las que nos gustaría- se complican las cosas y se hace difícil lo fácil. Tan sencillo como decir que van a materializar unos proyectos, los que sean, y a ellos se va a destinar una determinada cantidad de dinero. ¿Tan complicado es esto para la Administración? Se hace un flaco favor a la comunicación con el ciudadano y a la propia fiscalización de la labor de Gobierno. ¿Cómo saber si se cumple con lo prometido si se desconoce la cuantía? A nuestro mecánico de cabecera no le consentiríamos que al pedirle un presupuesto sobre un arreglo que nos dijera muchas palabras bonitas sobre nuestro motor y la filosofía de un buen cambio de aceite y que no nos concretara a cuánto asciende en números.
Tal vez hayan pensado en la Junta que bastante tenemos los ciudadanos con la cantidad de números que debemos hacer para llegar a fin de meses y que, a pesar de eso, muchas veces ni lo conseguimos. Parece que han optado por el chocolate claro y las cuentas… espesas.