¿Cómo están ustedes?
Cómo están ustedes?, interpelaban los payasos de la tele a los menores de edad una y otra vez hasta que los niños llevados al límite gritaban sin aliento: ¡Bien! En este mismo punto parecen tenernos los extremistas independistas catalanes y los extremistas uninacionales españolistas. Y todo para sacar rédito electoral. Ambos no tienen reparo en llevarnos a situaciones insostenibles, a un circo mediático en el que ambas fuerzas conservadoras quieren inventar un supuesto conflicto entre Cataluña y España.
Gaby en Madrid y Fofó en Barcelona siguen saliendo al escenario y cada día se les ve más torpes, al igual que Miliki, representado en este momento por Pedro Sánchez y un PSOE que renunció desde el inicio de la Transición a la memoria histórica y a que las nuevas generaciones conocieran otra visión de España que no fuera la que desde hace 76 años fue impuesta por las fuerzas conservadoras con un golpe militar contra la democracia. Se podría haber dado a conocer otra idea de España. Pero aquí estamos, en plena actuación de los artistas.
A los niños hay que contarles la verdad y no imponerles la visión independentista basada en Cataluña frente a España. Vamos a ver. Fofó en Barcelona y Gaby en Madrid. Fofó no puede ser el Companys del siglo XXI por ser responsable del 9N ante los tribunales. Torpe uno y torpe el otro. El 9N, sí el 9N de 1940 fue fusilado Lluís Companys, President de la Generalitat de Catalunya. Y bajo los gritos, las torpezas, las tergiversaciones y manipulaciones no se puede ocultar que Companys fue el presidente más de izquierdas que tuviera Cataluña jamás. Un defensor de las clases populares españolas y de sus pueblos y naciones. Un defensor de la España popular y la España republicana amado por las clases populares de todos los pueblos y las naciones de España, que nunca apoyó la secesión. Companys tenía otra visión, una visión de una España republicana en la que quería que los distintos pueblos y naciones de España se federaran. Visión brutalmente perseguida, más tarde olvidada y ahora negada mientras nos preguntan: ¿Cómo están ustedes?
Miguel Ángel Olivares