Como el Cid Campeador

Al menos yo no puedo evitarlo. Cuando veo lo que hacen y dicen nuestros políticos me acuerdo de aquel viejo chiste en el que dos pillos planeaban robar a un vecino que sabía que tenía una importante cantidad de dinero en su casa. El problema es que la presunta víctima vivía en un cuarto piso y el acceso no era fácil para los dos golfos que, entonces, pensaron en Virgilio “el Mudo”, un pobre hombre que vagaba por la localidad y, aunque era sordomudo, tenía mucha maña y agilidad en eso de las acrobacias y las escaladas. Le hablaron de repartir los beneficios del delito y el mudo accedió. Se jugó la vida en la noche escalando muros, tejados y aleros pero consiguió volver con el sobre del dinero que entregó a sus cómplices. Estos abrieron el sobre y vieron que contenía exactamente 14.050 euros. Los astutos ladrones decidieron quedarse con 7.000 euros cada uno y darle los 50 al incauto socio. Cuando Virgilio vio la maniobra soltó un “¡Y un huevo! ¿Creéis que soy tonto?”. Los dos pillos se quedaron atónitos ante el grito y preguntaron sorprendidos: “¿Pero tú no eres mudo?” “¡Sí, que lo soy, pero es que vosotros hacéis hablar a los muertos!”. Así es. Por más que uno intente hacerse el longuis y pasar de largo de los temas, los políticos te hacen hablar a ti y a los difuntos. La hipocresía de los políticos contemporáneos de Adolfo Suárez clama al cielo. Aquellos que lo insultaron, vilipendiaron, vendieron y abandonaron, al punto de causar su dimisión, hablan ahora gloria del ex presidente desaparecido. El presidente que puso las primeras piedras de la democracia, de la reconciliación, de la concordia, sobre las que nadie ha sido capaz de añadir una sola más, ha ganado la batalla, como el Cid Campeador, después de muerto. Lo que son capaces de mentir los políticos. Por si fuera poco, por estos pagos jaeneros más cercanos a nosotros, nos encontramos a Izquierda Unida —que fue legalizada tras la dictadura gracias a Suárez— protestar porque se va a poner su nombre a la Alameda de Capuchinos. Argumenta que  no está bien quitar la alusión a los padres capuchinos que fueron el germen que dio lugar al nacimiento de la alameda. ¿Los de izquierdas ya prefieren homenajear a los frailes antes que al primer presidente de la democracia? Sí, no les extrañe que los muertos hablen.

Chascarrillo

Tabaco especial
—Tiene mérito que el ciclista Purito Jiménez haya ganado la Volta ya casi con 35 años.
—Seguramente porque se trata de un “purito” incombustible.

01 abr 2014 / 22:00 H.