Claves para no ser víctima de una personalidad tóxica

Centrada en las personalidades tóxicas, la escritora Espido Freire tomó como referencia las historias de su libro “Los malos del cuento” para entablar una comunicación con un numeroso público en la celebración del “Día de la Escucha. Teléfono de la Esperanza”. “Aunque el esta herramienta no juzga ni aconseja, puede detectar que hay una persona con problemas”, indicó Freire a este periódico antes de su intervención. En este sentido, la experta abundó en la necesidad de no verse manipulado o afectado por una personalidad tóxica. “La inmensa mayoría de la gente que llama tiene un problema real, pero hay quienes no son conscientes de que ese problema lo generan ellos”, explicó la literata, para subrayar la utilidad del Teléfono de la Esperanza, en su capacidad de “reconducir”. “Cuantas más armas tengan los voluntarios, mejor lo podrán hacer. Yo intentaré dotarles de eso”, concretó Freire.

19 nov 2015 / 10:24 H.


A la hora de reconocer la toxicidad, la escritora indicó que primero hay que mirar alrededor y descubrir a qué tipo de persona tóxica se suele atraer. “En los ‘civiles’, suele ser habitual que tengamos los mismos conflictos con personas distintas, eso implica que estamos enviando un mensaje equivocado”, explicó. Mientras, en el caso de los “profesionales”, la experta dijo que tienen una intención manipuladora, intentan sonsacar información, se ponen en una posición de superioridad, emiten frases como “yo siempre he sido” o “esto es inevitable”. “Para el oído entrenado, hay señales que detectan que esa persona no asume su responsabilidad, que no está dispuesta a ningún punto intermedio, la desesperación que puede sentir está centrada en el egoísmo, no hay sentimiento de culpa y no se aprende de los errores”, enumeró.
Sobre los más vulnerables, Espido Freire destacó que se trata de gente que configura su personalidad entorno a “víctima” o “ayuda a los demás”. “Son aquellos que aprendieron que hay que estar siempre al servicio de los demás, aunque te pisoteen”. Junto al ejemplo del maltratado machista, explicó que hay otras fases de la vida en las que se producen situaciones que no deberían aguantarse y que continúan “por los hijos, por el qué dirán o por sentirse vulnerables”.
Entre los efectos de la crisis, Freire destacó la repercusión en la salud emocional y sus consecuencias. “Ha agudizado muchos conflictos porque ha golpeado duramente la autoestima de muchas personas”, argumentó la novelista. No obstante, se mostró optimista al afirmar que se puede recuperar viéndolo como una oportunidad. “Antes no eras consciente de ese problema y ahora sabes que eres vulnerable”. Así, indicó que hay que relativizar, construir áreas de la vida que no estén centradas en el problema, pedir ayuda y reflexionar. “En esta época de crisis, la depresión, la ansiedad o la angustia tienen que ver con emociones mal conducidas y eso se puede reaprender”, dijo.