Clases para no olvidar los orígenes y para la integración

Son diez niños los que empezaron el curso organizado por la Asociación Cultural de Familias Adoptantes Integra, pero, a pesar del número reducido, el alboroto que, ayer, reinaba en el colegio Nuestra Señora de la Capilla destilaba alegría y nerviosismo. Padres e hijos no podían ocultar su ilusión ante la nueva experiencia. Una iniciativa que persigue el objetivo de que los niños no olviden sus orígenes.
Andrés, por ejemplo, lo tiene muy claro. Aunque llegó de su China natal con sólo 14 meses, recuerda los sabores de su país, como el de la sandía. Está “contento” por el nuevo curso y sus padres, Andrés Párraga y Manuela Ruiz, esperan que estas clases puedan ser un día para ellos.
“China es un país sublime. Sus olores y colores... Engancha”, aseguran. Pero esa no fue la razón principal para inscribir a Andrés en las clases. “Debe conocer las dos culturas y poder decidir. En casa, tenemos muebles y documentales de su país”, afirman.
Y es que para los miembros de Integra la puesta en marcha del curso significa ver cómo se hace realidad uno de sus principales deseos. “Queremos que en otro curso sea una actividad extraescolar”, asegura José Jiménez, presidente del colectivo.
La delegada de Educación, Angustias María Rodríguez, no quiso perderse la  inauguración de la actividad y reseñó que las clases son una oportunidad tanto para niños de origen chino como para los españoles. No en vano, este curso estudian en las aulas jiennenses 166 escolares procedentes del país oriental.