Ciudadanos de a pie
Como quien no quiere la cosa ya va para cuatro años y ahí sigue la destrucción de empleo con la consecuente vida en el umbral de la pobreza de tantas familias. ¿Qué hizo el PSOE y qué ahora el PP? Ambos, darle fuelle a la especulación financierista, hacer el hueco más grande, y el capital nunca se sacia.
El 26% de los niños españoles (2,2 millones) vive en hogares por debajo del umbral de la pobreza. Son datos escalofriantes y recientes del informe El impacto de la crisis en los niños de Unicef. Que los niños pasen necesidades es imperdonable. Entre los recortes a los trabajadores, funcionarios, clases medias, pymes, etcétera, un 3% privilegiado de la población acumula y amasa cantidades y cantidades de riqueza como nunca se había visto. En España hay 500 familias riquísimas, a nivel estratosférico. Esos de los yates y los aviones privados, cosillas así. Esos que nunca van a prisión por llevar su dinero a paraísos fiscales o por quién sabe qué negocios sucios. Esos que son piratas en la bolsa y pegan “pelotazos” de millones y millones, mientras nosotros, como mucho, a lo más que aspiramos es a echar un cubata, también llamado “pelotazo”, en el bar de la esquina. Tipos que están por encima del bien y del mal. Gente de otra galaxia. Esos personajes que tienen el dinero por castigo, que solo saben derrocharlo y que cualquier vicio para nosotros a ellos les parece una chuchería. Algo obsceno y que no imaginamos los ciudadanos de a pie, nosotros, cada vez más de a pie y menos ciudadanos.
Juan Carlos Abril es escritor