Cierre del Centro de la Mujer en Úbeda
Pedro Ángel Latorre Román desde Úbeda. Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con su ilustrísima excelencia el alcalde de Úbeda, José Robles, con el cierre del Centro de la Mujer de Úbeda. Posiblemente no coincida en sus motivaciones ya que parece que torpemente se basan en la austeridad y es capaz de renunciar a una jugosa subvención, algo incomprensible.
En mi opinión, todos estos centros y beneméritos institutos de la mujer deberían haber desaparecido hace ya mucho tiempo, tiempo en el que la mujer ha conseguido conquistas y avances sociales y jurídicos tan amplios que no sólo es que nadie es capaz de nombrar alguna referencia jurídica que discrimine en España a la mujer si no que hemos llegado al extremo de las asimetría legal en perjuicio del hombre. Los centros e institutos de la mujer representan actualmente la más elocuente manifestación del machismo institucionalizado, la mujer pasa de la tutela marital a la tutela del “super-macho”, el Estado, que independientemente del signo político, le interesa, por cuestiones electoralistas, perpetuar indefinidamente la condición del sexo débil a la mujer. Centros en los que el pesebre es muy jugoso para numerosos técnicos, técnicas, psicólogas y palmeros politizados que en muchos casos falsean datos con la intención de vivir del agravio y el conflicto entre sexos. Si bien es cierto que existen muchas mujeres desfavorecidas, desinformadas y maltratadas, a caso no existen esas circunstancias en los hombres, en los cuales los niveles de suicidio e indigencia triplican a las mujeres, acaso no sería necesario atender de manera individualizada a los inmigrantes o homosexuales. Creemos toda variedad de centros para satisfacer las espurias políticas de identidad a la que se han aficionado los “neoprogres” para fracturar la sociedad y vivir del conflicto. Un centro de atención al ciudadano sería lo más justo y necesario socialmente. Robles no sabe en el lío que se ha metido, el “lobby” de género es más feroz de lo que aparenta.