Cientos de escolares unen sus voces para exigir la paz mundial
Inmaculada Espinilla / Jaén
Peace, paix, pokój, salam, pace son distintas formas de nombrar a la paz. Escolares del colegio Muñoz Garnica exigieron, con una canción en varios idiomas, el cese de la violencia en un acto en el que recibieron a más de cuatrocientos escolares para unir su voz contra las guerras.

Peace, paix, pokój, salam, pace son distintas formas de nombrar a la paz. Escolares del colegio Muñoz Garnica exigieron, con una canción en varios idiomas, el cese de la violencia en un acto en el que recibieron a más de cuatrocientos escolares para unir su voz contra las guerras.
En la franja de Gaza no todos los niños pueden asistir al colegio. Es más, durante la última ofensiva israelí fallecieron 400 menores. Su recuerdo estuvo muy presente en la conmemoración del Día Mundial de la Paz y de la No Violencia, celebrado en el colegio Muñoz Garnica. Más de cuatrocientos escolares de once centros de la capital y tres de la provincia se reunieron en una jornada en la que unieron juegos, esfuerzos e imaginación para clamar por el cese de la violencia en el mundo. Los escolares —“armados” con sus disfraces, carteles y gorros— cantaron, escenificaron poemas y bailaron con el único objetivo de exigir la convivencia y el respeto como método para solucionar los conflictos. Manifiesto. “Crecemos cuando hay esperanza. Crecemos aprendiendo del pasado y construyendo futuro. Crecemos ayudando a los demás. Crecemos mirando al frente sin olvidar lo que tenemos al lado”, leyeron los alumnos del colegio anfitrión. El mensaje estaba claro, pero las formas de expresarlo fueron muchas y muy variadas. Por ejemplo, los “cocineros” de otro colegio explicaron al resto de los alumnos su receta contra la guerra: “Una cucharada de amor y una pizca de comprensión. Se rehoga con un cacito de ayuda y cooperación y un cucharón de convivencia”, revelaron. Eso sí, antes de despedirse, se pusieron a disposición del que tuviera alguna duda sobre cómo conseguir el fin de los conflictos bélicos. La delegada provincial de Educación, Angustias María Rodríguez, y el concejal de la misma área, Justo Gámez, apoyaron la iniciativa y aseguraron que el diálogo, la comprensión y saber escuchar son las mejores salidas ante cualquier acto de violencia.
“Hoy tenemos un deseo de esperanza para que los lugares del mundo que sufren la guerra puedan resolver los conflictos”, apuntó la delegada de Educación. Por su parte, Gámez reseñó la importancia de educar para la paz. “Es una actividad dedicada al futuro”, dijo el edil.
Por otro lado, los alumnos del colegio Divino Maestro celebraron su acto propio del Día Mundial de la Paz y la No Violencia. Los setecientos alumnos participaron en la conmemoración con canciones, frases y poesía. Así, mientras que los niños de Infantil (los de 5 años) leyeron un poema, los mayores realizaron un mural —en el patio del colegio— en el que pegaron frases y mensajes de esperanza. Mientras el coro ponía la música de todo el acto. No faltó el “Imagine”, de John Lennon.