Científicos identifican un gen que protege frente al VIH
Un equipo de científicos de la Universidad de Jaén (UJA) ha identificado un gen que tiene un efecto 'protector' frente al virus del VIH y que es responsable, en un porcentaje 'significativamente alto', de que individuos con conductas de riesgo, como drogodependientes que comparten jeringuillas, no se infecten de este virus.
Antonio Caruz, responsable principal del proyecto con el que se ha identificado esta mutación genética 'Polimorfismos Genéticos de la Ruta del Complemento y Resistencia A la Infección Por VIH-1 en Drogadictos Por Vía Parenteral', ha explicado en este sentido que existe "una asociación entre un determinado componente genético y el hecho de ser resistente a la infección". En concreto, ha detallado que las personas drogodependientes expuestas al VIH y no infectadas tienen ese componente genético en el 43 por ciento de los casos, frente al 18 por ciento de quienes no tienen esa mutación genética. Aunque este porcentaje, según Caruz, "es estadísticamente significativo", ha admitido que "no se trata de una resistencia absoluta sino que genera una resistencia parcial".
Así, ha reconocido que "puede haber otros actores en juego que no hemos identificado aún". Por ello, este equipo investiga ahora por qué esa variante genética protege frente al virus del VIH. "Hemos encontrado al gen implicado en la protección, pero no sabemos por qué y cómo funciona", ha puntualizo este especialista. Para llegar a estas conclusiones, los científicos andaluces trabajan con un grupo objetivo de 220 pacientes, seleccionados en colaboración con los hospitales de Valme (Sevilla), Reina Sofía (Córdoba) y Arnau de Vilanova (Lleida).
El perfil se corresponde con el de un varón de unos 40 años, drogodependiente expuesto a la infección por comportamiento de riesgo continuado por compartir jeringuillas, y, sin embargo, seronegativo para VIH, aunque sí se ha infectado de hepatitis B y C. Las mujeres han sido excluidas de esta investigación ya que, según ha explicado Caruz, su sistema inmune funciona de forma diferente al de los hombres. "Las mujeres son muy sensibles a algunas enfermedades como, por ejemplo, hepatitis E, y muy resistentes a otras. Incluirlas en el estudio suponía que aumentara mucho la varianza experimental", ha aclarado.