Chendo, un ariete de alta precisión
Chendo ha desarrollado una capacidad innata para desgranar sus virtudes como jugador. Es un delantero centro a la vieja usanza, fuerte y con carácter, que, por encima de otras habilitades técnicas, destaca por su potente disparo y colocación dentro del área. Es el ariete de alta precisión que el Mancha Real andaba buscando para enderezar el rumbo después un gris arranque de temporada tanto en Liga como en Copa.
El pasado domingo ante el Español de Alquián fue la luz que iluminó el ataque del conjunto de Fernando Campos. Sus dos tantos en momentos clave del partido —minutos 37 y 78— condujeron a los manchegos a su primera victoria del curso. Chendo, formado en la cantera del Santa Ana y del Villarreal, reconoce que más allá de los goles, lo importante era celebrar por fin un éxito. “Que diera la victoria a mi equipo fue gratificante, no solo por los goles, sino porque gano en confianza”. El jugador está “muy contento” en el Mancha Real, club al que llegó procedente del Formentera, del grupo balear de Tercera División.
El delantero de Torreblascopedro valora el compromiso y la capacidad de superación de las personas por encima de otras virtudes. Conceptos que resume en la cita que lleva tatuada en su espalda: “El futuro se labra con el resultado del presente”. “Soy una persona perseverante, que lucha por lo que cree”, asegura el exdelantero del Cádiz, del Linares, del Martos y del Mar Menor, entre otros equipos. En unos meses será padre de su primer hijo. Esto ha cambiado su forma de entender la vida tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. “Me siento más sereno y responsable. No trabajo solo por mí, sino por otras personas, como ocurre en el campo. El colectivo está por encima de las individualidades”, señala un “9” que espera seguir gozando de oportunidades para ayudar al equipo a escalar puestos en la clasificación.
Elogios. El entrenador del Mancha Real, Fernando Campos, no oculta su satisfacción por la victoria del equipo y, sobre todo, por la llegada de Chendo. Por eso, le dedicó unas palabras al final del partido en las que le mostraba su gratitud, ya que por fin se está recompensado el esfuerzo que realiza la plantilla cada día. No duda tampoco en animar al vestuario para seguir trabajando duro en busca de más éxitos. “Una victoria siempre viene bien para dar confianza y fuerza al grupo. Nos inyecta moral y nos quita el mal sabor de boca de los anteriores encuentros”, dice.