Centros educativos alertan de la proliferación de piojos en el alumnado

Un conglomerado de pequeños que comparten aulas que están a más de veinte grados centígrados de temperatura ambiente. Juegan, se abrazan y juntan sus cuerpos y cabezas. Después, se acercan también a los docentes para leer en la cartilla o para recibir alguna corrección a los ejercicios y nadie se queda a salvo. El escenario es idóneo para que los piojos salten de una cabeza a otra sin discriminación. Bueno, sí tienen una preferencia, según la opinión de los expertos, ratificada por el Colegio de Farmacéuticos de Jaén, es en el pelo más limpio donde este tipo de parásito prefiere depositar sus liendres.
Sin embargo, hablar de piojos es, todavía, un tema tabú entre las familias. Los niños que reconocen que están afectados son alejados por el resto de sus compañeros e, incluso, los responsables de los centros educativos aconsejan que estos menores permanezcan en sus casas para evitar el contagio a otros alumnos. Aún así, a pesar de los esfuerzos que los equipos de dirección de los colegios realizan todos los años, el contagio por este tipo de parásitos es imposible erradicar.
Tradicionalmente, sus brotes más frecuentes se producían en primavera y a principios del otoño debido a que la temperatura es un factor fundamental para la actividad de estos organismos. La instalación de calefacciones en la mayoría de los espacios y la “climatización perenne a 22 grados o más” hace que estos parásitos, en lugar de experimentar un retroceso en sus poblaciones y ciclos vitales, tengan más tiempo para vivir y, por lo tanto, para reproducirse, al igual que sus larvas o liendres para eclosionar.
En este contexto, los centros educativos tratan de mantener una información continuada con las familias para que tomen las medidas necesarias y el Colegio de Farmacéuticos de Jaén, a través de las diferentes farmacias, ha puesto en marcha la campaña “¿Piojos? Prevenir es evitarlos”.
El objetivo principal de la iniciativa es informar sobre la necesidad de adoptar una serie de medidas preventivas para evitar posibles contagios, al tiempo que hacer hincapié en una mejor utilización de los diferentes productos que hay en el mercado para hacer frente a la pediculosis.
La vocal de Dermofarmacia del órgano colegial, Carmen Granados Tejero, explica que la presencia de estos parásitos en la cabeza no guarda relación con la falta de higiene y afecta a todas las personas, No obstante, suele ser más frecuente en los niños de entre 5 (o menos) y 12 años. “No afectan solo a los escolares más pequeños, pero sí es cierto que, por sus hábitos y juegos, es más fácil el contagio”, señala la especialista, que añade que entre el 5 y el 15 por ciento de la población escolar se ve afectada por estos brotes.
Entre otras medidas se recomienda que las niñas lleven el pelo recogido, que los escolares no compartan cepillos, peines, bufandas, gorras y toallas, así como lavar los útiles de aseo o la ropa de la cama de los niños contagiados a 60 grados ya que las liendres mueren a esa temperatura. Irene Bueno/Jaén