CD Linares. Con el reto de no ser una comparsa

El CD Linares disputa esta tarde, a partir de las seis, un importante encuentro ante el Cádiz en el Estadio Ramón de Carranza, primer clasificado del grupo y máximo favorito para estar en Segunda A el año próximo. A pesar de la diferencia de potencial entre los equipos, el cuadro de Manolo Tomé viaja con la intención de sorprender a los cadistas en su feudo, aunque es consciente de las dificultades que encontrará.
Durante la semana, el equipo azulillo pudo entrenarse en el Estadio de Linarejos, donde el técnico gallego trabajó con sus jugadores para corregir errores de partidos anteriores con el fin de que sus futbolistas recuperen la confianza que tenían antes de la mala racha de las últimas cuatro jornadas. El cuerpo técnico reconoce lo difícil que será el duelo y confía en la plantilla, como indica el segundo entrenador, Gabriel Cañete, “Gabi”. “Sabemos a qué rival nos enfrentamos, es uno de los mejores y más peligrosos. Viene de encajar una derrota la pasada jornada, por lo que querrá quitarse el mal sabor, aunque nosotros también queremos desquitarnos de la que sufrimos en casa frente al Real Betis B. Somos conscientes de que, durante los noventa minutos, tendremos muchos problemas por la calidad del rival, pero haremos todo lo posible por traernos algo positivo de Cádiz”, declaró.
Manolo Tomé, técnico azulillo, tiene sólo una baja, la del centrocampista Carles, que fue expulsado con roja directa el domingo pasado. El resto de los jugadores está disponible, ya que el guardameta Moso mejoró de unas molestias de rodilla que tenía tras el choque frente a los béticos. El Cádiz, de los trece partidos que ha jugado en su campo, ha ganado nueve, perdido dos y empatado otros dos, con treinta goles a favor  y trece en contra. Por su parte, fuera de su feudo, el CD Linares ha conseguido el mismo números de victorias, empates y derrotas: cuatro. El cuadro azulillo ha anotado dieciséis y ha recibido diecinueve, ocupa el décimo puesto en la tabla, con treinta y tres puntos, mientras que su oponente, con cincuenta y cinco, es el líder indiscutible del grupo. El objetivo es dar la sorpresa.