Cazorla disfruta su noche más mágica
La noche del año más larga en España es, a su vez, una de las más intensas en Cazorla. Con San Juan se celebra, habitualmente, la Tragantía, aunque este año se adelantó al 22 de junio.
Dice la leyenda que, al final de una larga primavera, el rey de Cazorla, alertado por la proximidad de las tropas cristianas, azuzó a los vecinos a huir del pueblo. Él se quedó en el Castillo de la Yedra, de guardia en la torre del homenaje, y trató de salvar su tesoro, su hija, a la que escondió en una mazmorra a la espera de que pasase el peligro. Pero el rey fue atravesado con una flecha y los cristianos invadieron Cazorla.
La noche del año más larga en España es, a su vez, una de las más intensas en Cazorla. Con San Juan se celebra, habitualmente, la Tragantía, aunque este año se adelantó al 22 de junio.
Dice la leyenda que, al final de una larga primavera, el rey de Cazorla, alertado por la proximidad de las tropas cristianas, azuzó a los vecinos a huir del pueblo. Él se quedó en el Castillo de la Yedra, de guardia en la torre del homenaje, y trató de salvar su tesoro, su hija, a la que escondió en una mazmorra a la espera de que pasase el peligro. Pero el rey fue atravesado con una flecha y los cristianos invadieron Cazorla.

Se cuenta que su hija quedó atrapada. En lugar de morir, se convirtió en mujer-serpiente, la Tragantía, y sale del calabozo cada noche de San Juan.
La celebración comenzó en el castillo por la tarde, donde la compañía El Vuelo del Ganso interpretó un pasaje de terror en el lugar donde se supone que sigue oculta la hija del rey moro y en el piso superior, donde asustaron a los presentes. “Me sorprendió que vinieran tanta gente. Se hicieron muchos pases y fue muy divertido”, destacó Cristophe Berville, director de la compañía.
Después se proyectó “La Tragantía. Historia del mito”, corto de Gnomo Producciones. Siguió un pasacalles amenizado por el grupo BeFunkBop: “Quedamos encantados con el pueblo, su gente, la leyenda y las actividades”, reconoció Mariano Castro, uno de los miembros del grupo.
La actividad central fue a medianoche, con la visita guiada a la bóveda que se encuentra bajo la Plaza de San Francisco. Allí, la Asociación Cultural Omega representó una metáfora visual sobre la transformación de la princesa en serpiente. “El paseo fue lo que más me gustó, y acabar con el grupo tocando al final resultó muy acertado”, reconoció Esther Caravaca, una de las asistentes. Para Daniel Aibar, otro participante, lo más espectacular fue el teatro vertical, en las paredes de la torre del homenaje, inspirada en la leyenda.
Los actos concluyeron pasada la una de la madrugada con el grupo Murmuria, que ofreció un concierto en las ruinas de la Plaza de Santa María. Allí se degustaron pasteles morunos y licores.