Casi 600 jiennenses necesitan ser protegidas de sus maltratadores

Salir a la calle, disfrutar de un café con las amigas, hacer las compras o ir a recoger a los niños al colegio son tareas que algunas mujeres realizan con miedo. Miedo a que su esposo o expareja lo vuelva a hacer. En Jaén, 581 mujeres maltratadas viven actualmente con una orden de protección. El dato lo aportó ayer el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, quien apuntó que estas víctimas tienen asignadas a un agente de la Guardia Civil o de la Policía Nacional que vela por su seguridad. María (es un nombre ficticio) es una de ellas. De hecho, es la única jiennense que, actualmente, está “en riesgo extremo”.

25 nov 2015 / 10:50 H.


Desde hace más de tres años, ha vivido una situación que ella misma califica como terrible: “Mi expareja intentó matarme dos veces, me arrojó por las escaleras y me quiso clavar un cuchillo. Me ha dado palizas en la calle y me ha golpeado delante de mi hijo”, relata. María ha pasado por casas de acogida, debe llevar siempre una pulsera que avisa si su maltratador, que está desterrado de Jaén, se acerca a ella e, incluso, ha pedido una excedencia en su trabajo para poder labrarse una nueva vida lejos de una ciudad en la que vive “con miedo”. “Ya se ha saltado dos veces la orden de alejamiento. No puedo estar más así”, añade esta mujer de 29 años y vecina de la capital.
Y es que, según explica María, además de la amenaza, lo que peor lleva es haberse sentido “sola”: “Tuve que pelear lo indecible para conseguir que me creyeran, para que me hicieran caso. Fue terrible. Cuando mi agresor, que es un hombre muy peligroso, estaba acechándome, no me querían mandar a la casa de acogida. Incluso, amenacé con quedarme a dormir en la Comisaría porque no quería ir a mi domicilio”, aclara. María recuerda el día que su entonces pareja le dio una paliza en plena calle, en la Avenida de Andalucía: “Nadie hizo nada por ayudarme. La gente pasaba y ni siquiera miraba. Pasaban de largo”. Por eso, esta víctima de malos tratos quiere hacer un llamamiento a la concienciación de la gente: “No solo vale estar contra la violencia machista de boquilla, hay que actuar”.
Su mensaje coincide con el que también lanzaron los responsables de las principales administraciones que ayer celebraron diversos actos para conmemorar el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres. El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, abogó por el trabajo conjunto de las instituciones y de la sociedad para prevenir y erradicar este tipo de terrorismo que, solo en 2015, ha supuesto el asesinato de medio centenar de mujeres y tres menores, además de más de cincuenta niños que han quedado en situación de orfandad. Para recordar a cada una de las víctimas mortales se colocó un zapato pintado de rojo. La diputada de Igualdad, Francisca Medina, dio lectura a la moción que incluye, entre otras propuestas, impulsar un pacto político social e institucional contra la violencia machista. También se realizó una ofrenda de flores y una representación teatral en la que dos actores escenificaron un episodio de malos tratos para que los asistentes pudieran ver lo que supone.
Sin embargo, ese gran pacto social no se vio reflejado en la unidad de la unidad de las instituciones. El Ayuntamiento de Jaén y la Subdelegación también celebraron, por separado, su propio acto con un mismo objetivo: “Fomentar la concienciación ciudadana por la igualdad entre hombres y mujeres y construir una sociedad libre de violencia”. Juan Lillo pidió que, en esta tarea, deben implicarse los “entornos” de las víctimas, los colectivos profesionales, los agentes económicos y sociales y también los hombres. Hoy se celebrará el acto central en la Plaza de la Concordia.