Casa de Córdoba

Una ciudad se define por su incidencia en el territorio y las memorias colectivas que atesora, por sus monumentos y plazas, por el carácter de sus gentes y la proyección de sus sueños. Pero también por tabernas, bares y restaurantes cuando así lo acreditan la presencia ciudadana, la singularidad del establecimiento y la función social que cumplen.

    22 ene 2013 / 15:59 H.

    Casa de Córdoba es uno de esos referentes en Jaén. El bar y su terraza son elementos vertebradores del “Lejío de Belén”; el restaurante y la bodeguilla son reclamados para reuniones familiares y por peñas de amigos de otros barrios de la ciudad. Por allí coinciden el alto clero e intelectuales progresistas; conservadores contumaces y sindicalistas reivindicativos; funcionarios críticos y amables trabajadores; gentes de diferentes edades, troníos y generaciones. Respeto, animadas conversaciones y complaciente diversidad. Cada uno a su bola, disfrutando de la excelente comida casera de Maribel y de la pronta atención de Nono y Álvaro; del exquisito hilo musical y del cuidado decorado, de la atención constante,  amistosa y generosa de Antonio. Durante una semana este centro de encuentros con los propios y de convergencia con los otros que es Casa de Córdoba, permanecerá cerrado. Sus habituales, amigos de la familia más que clientes, esperan el regreso de Antonio, con sonrisa y energía renovada. Un lugar emblemático de la convivencia de Jaén como es Casa de Córdoba tiene que reanudar lo más pronto posible su actividad.                  
    Profesor
    Gabriel Ureña Portero