Carta dirigida al equipo de Gobierno, a los sindicatos y bomberos del Ayuntamiento de Jaén

María de los Ángeles Aranda desde Jaén. Me gustaría empezar este artículo o carta a los lectores, no sé muy bien lo que es, pero realmente eso me da igual, con una frase: 'Señores, estamos perdiendo los papeles'; esta crisis, además de dejarnos cada vez más pobres económicamente, nos está dejando más pobres en inteligencia, más tontos diría yo sin ánimo de ofender.

    18 jul 2012 / 17:36 H.

    El otro día cuando escuchaba las noticias en Canal Sur, vi cómo los gobernantes de este Ayuntamiento de Jaén se responsabilizaban y apoyaban el decreto que han firmado y siguen manteniendo con la suspensión temporal de las vacaciones del Cuerpo de Bomberos. Según manifestaron, por la seguridad de los ciudadanos, porque tienen convenios, testigos e indicios de que este colectivo podía ir a la huelga, y mi pregunta es: ¿si ustedes tienen convenios, documentos y testigos, no saben ustedes qué plazos se deben seguir para convocar una huelga?, léanse la documentación pertinente y luego actúen y no pisen un derecho cómo es el disfrute de las vacaciones de los trabajadores establecidas y regidas por esos convenios que dicen que tienen, y no pongan en duda la profesionalidad de un colectivo que día a día, hora a hora y minuto a minuto se juegan su vida por la de los demás. Y ahora es cuando hay que escucharles, dialogar y negociar, no cuando hacen una actuación estupenda con mensajes en prensa y fotos, no, ese es su trabajo, hay que reconocérselo pero no machacarles ni desprestigiar su labor, que, en mi opinión, eso es lo que están ustedes haciendo. Les invito a la reflexión, y piensen en las vidas que salvan y han salvado porque ellos no piensan en que pueden perder la suya propia cuando están trabajando; creen que se puede justificar esa diferencia de sueldo llamado “X” con los demás funcionarios de este Ayuntamiento de Jaén, pues creo que es eso lo que están “vendiendo”. No termina aquí mi indignación, ni decepción ahora voy con los sindicatos y me centraré en el que hasta hoy creía mío. Me educaron desde pequeña para manifestar siempre mi opinión, defender lo que creía justo y, cómo no, defender mi verdad. Llevo afiliada a UGT muchos años y pagando mi cuota sindical desde que recibí mi primera nómina. He defendido estas siglas, he apoyado hasta lo que me costaba entender intentándolo justificar, pero ahora no me puedo callar. Mi pregunta para ellos es: ¿qué hacen ustedes ahí sentados en la misma mesa con los que pisan los derechos de los trabajadores?, ¿qué derechos defienden?, ¿qué convenios y negociaciones debaten?, ¿para qué se liberan, para salir en la foto y estrecharse la mano? No es esa mi convicción de sindicalista, ahora mismo me duele hasta el alma ver cómo se desvanece toda mi ideología y mi lucha por los que dicen ser sindicalistas y que actualmente me representan con esas siglas.