Carne e insectos
La que ha liado el pollito. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene soliviantados al común de los mortales por afirmar que comer carne procesada puede causar cáncer. Ahí es nada.
Lo dice un grupo de expertos de diez países diferentes, después de evaluar setecientos trabajos científicos. Expertos, probalemente, hijos de aquellos otros expertos que en los años 60 desaconsejaban el aceite de oliva y promulgaban el consumo del de colza y el de maíz, o los que aseguraron que pescados azules como la sardina eran malos para el colesterol. Ahora, resulta que los chorizos y el jamón están al mismo nivel que el tabaco, el amianto o la contaminación ambiental en cuanto a perjuicios para la salud. (Tan dañino un “Ducados” como una salchicha, hermana). Si es que hay mucho burro con título, señores. Y, cosa curiosa, el estudio de los iluminados sale a la luz tal que un lunes, y dos días después, el Parlamento Europeo aprueba la normativa que regula el consumo de “nuevos alimentos” como insectos u hongos, como proteína alimentaria. ¿Qué multinacionales tienen intereses en este tipo de productos? Habrá que seguir pensando mal. (*)
No es de extrañar que los productores de carne se suban por las paredes. Los extremismos nunca son buenos. Una cosa es consumir dos veces por semana, como se ha dicho desde que el mundo es mundo, y otra no comer otra cosa todos los días. No hay que dramatizar, tampoco. La clave está en el maridaje. Así que invito, expresamente, a la consejera de Agricultura, Carmen Ortiz, a que predique con el ejemplo, además de la típica llamada a la calma y de anunciar campañas de promoción (que está muy bien), y se venga un día a Las Infantas a tomarsee unos buenos chorizos, con sus patatas a lo pobre, fritas en aceite de oliva virgen extra, y con un vino de uva syrah de “Campoameno”. Recomendación del chef. Nada más saludable que el zumo de aceituna y una copita al día, que recomiendan todos los cardiólogos. Invitada queda.
(*) Hace quince días publicaba Diario JAÉN que se paraba la producción de nuestra cerveza, El Alcázar de toda la vida, a expensas de renegociar con la propietaria de la marca. Sin novedad en el frente ni solución para El Alcázar. ¿Pensar en Verde? Mejor, pensar mal.