CARMINA MARTÍNEZ ORTIZ: "La cocina es un arte efímero que engancha"

Inmaculada Espinilla
Habla con desparpajo, de una forma alegre y directa en la que la risa aparece a menudo. Carmina Martínez Ortiz trabaja, desde hace 17 años, como administrativa en el IES Las Fuentezuelas. Afirma que  le encanta su trabajo, pero su gran pasión es meterse en la cocina e imaginar mil y un menús, platos que luego llegan a la mesa para el disfrute de todos los que tienen el privilegio de probarlos. No es egoísta. Todos sus trucos y secretos los ha compartido en internet a través del blog “Carmina en la cocina”.

    29 dic 2013 / 09:46 H.

    —¿Recuerda usted la primera vez que entró en una cocina?
    —Desde que tengo uso de razón. Desde chiquitita mi madre me enseñaba cómo se preparaban los platos. Además, antiguamente, existía la costumbre de ir al horno a cocer los mantecados y demás y yo siempre le acompañaba. Antes de casarme, me senté con una libreta para que me diese todas las recetas.
    —Entonces se trata, realmente, de una afición que le viene de lejos.
    —Sí. A mi madre le encantaba inventar platos y, por otro lado, en mi familia siempre hemos organizado las celebraciones en torno a una buena mesa. Somos tres hermanos y el mayor y yo lo hemos heredado. De hecho, en la actualidad, mi sobrina tiene un horno de leña y hemos hecho mantecados, hojaldrinas, pestiños, etcétera.
    —Su familia debe de estar encantada.
    —Son mis conejillos de Indias. Al igual que a mi madre, a mí también me gusta inventar nuevos platos y la única queja que me han dado es que he hecho cosas muy ricas y que nunca las repito. De hecho, todos los fines de semana intento preparar algo nuevo.  Durante la semana, voy mirando cosas por internet y, cuando llega el sábado, me encanta meterme en la cocina y preparar diferentes cosas.
    —¿Cómo surgió la idea de crear el blog Carmina en la cocina?
    —Me gusta mirar otros blogs de cocina y, por ejemplo, en “Mundo recetas” era una de las foreras. Por otro lado, siempre he tenido ganas de dejarle mis recetas a mis hijas y, también, algunas de las tradicionales de Jaén que se pueden perder con el paso del tiempo. Así empezó todo hace dos años.
    —¿Y cómo va en la actualidad?
    —La verdad es que muy bien. Poco a poco vas conociendo a gente y, en la actualidad, puedo tener entre cuatrocientas y quinientas visitas diarias. De repente, un día te aparecen nuevos seguidores y todo crece. Al principio era un caos, ya que solo me dedicaba a subir las recetas. Yo tengo dos hijas, María, de 16 años, y Carmina, de 12. Un día, cuando ya llevaba unas 60 o 70 recetas, la mayor me dijo que tenía que organizarlo, poner un índice para facilitar las búsquedas. De hecho, a mí misma me costaba mucho encontrar algunas. Ella me ayudó y, ahora, todo está dividido por secciones: dulces, saldos, para niños, cocina navideña, de otros países, etcétera. Ahora habrá 250 o más y tengo unas 50 más para subir. Lo que ocurre es que el blog me quita más tiempo que cocinar. Hay que hacer las fotos, pasar las recetas, etcétera.
    —Precisamente, su blog tiene varios apartados de gastronomía de otros países.
    —Fue todo un descubrimiento, un filón. Me encanta probar de todo. Me gusta mucho la cocina italiana, pero es muy parecida a la nuestra. La oriental —y no me refiero solo a China— es fantástica. Utiliza gran cantidad de especies, mezcla sabores… A veces, nos juntamos para hacer comida de un país.
    —¿Qué significa para usted cocinar?
    —Es un arte por la mezcla. Es como un laboratorio en el que se crean cosas efímeras. Después, te engancha al ver las caras de los que prueban tus platos. Yo disfruto mucho y me pregunto, ¿esto lo he hecho yo?
    —-¿Se decanta por algún estilo en concreto, dulce o salado, carne o pescado?
    —A la hora de cocinar, tengo que reconocer que, aunque me gusta más lo salado, lo que mejor se me da es la repostería. Se podría decir que los entrantes son la estrella. Los aperitivos son un mundo, existe mucha creatividad. Pienso que es más fácil preparar un asado que un montón de platos pequeños.
    — ¿Qué le parece la cocina de Navidad?
    —Es una gran mezcla, en la que más nos esmeramos. Vestimos la mesa de una forma especial y utilizamos sabores e ingredientes que no empleamos habitualmente. Para mí, no solo se trata de la Nochebuena, sino de los quince días de las fiestas. Es una cocina mucho más rica. Y no todo es marisco. Se puede hacer un pollo con frutos secos y diferentes salsas y ya no es normal, se viste de fiesta. Ahora que la situación es complicada tengo que decir que hay platos exquisitos con poco dinero. En este sentido, un grupo de cocineros hemos creado el blog “Recetas solidarias para Navidad”, en el que proponemos diferentes platos por poco dinero. En mi blog hay muchas propuestas para Navidad, desde postres a entrantes y otros platos.
    —¿Recomienda algún plato?
    —Preparar muchos entrantes y canapés. Existen muchas posibilidades y diferentes tipos de pasta, como la rulo, brie, etcétera. Se pueden hacer paquetes de queso, puerro y gambas, solomillo relleno de frutos secos. Si se pone marisco, se puede hacer algo más que cocerlo, como prepararlo con una buena salsa. El postre es lo más complicado. Normalmente, en estas fechas, se come mucho y no debe ser pesado. Hay muchas posibilidades con la fruta. En mi casa lo que no puede faltar en Nochevieja es un buen caldo con hierbabuena y un chorreón de vino de jerez. Además, recomiendo que no se gasten mucho dinero, se pueden hacer platos maravillosos con poco. Aconsejo que se prueben cosas nuevas. Insisto, no todo es marisco y cordero.
    —¿Un buen cocinero nace o se hace?
    —Lo primero de todo es que te tiene que gustar, ya que es muy sacrificado. No solo consiste en preparar los platos, sino que también hay que limpiar y fregar. Por otro lado, engancha. Cuando empiezas, y te sale algo bien, quieres continuar. Preparar algo sencillo es fácil.