Carmen Thyssen
Valiosa, lista, alegre, audaz, mecenas de la pintura durante los últimos treinta años y en mi opinión la persona que más ha hecho por el arte y la cultura en España en muchos decenios. Es Carmen Cervera trivializada, cuando no vilipendiada por los programas basura de las televisiones, que la juzgan como madre y como suegra,
en lugar de dar relevancia a los méritos que atesora en la actividad en la que ha tenido un reconocimiento mundial. En lugar de agradecerle como españoles el inmenso patrimonio que ha puesto al alcance de todos los ciudadanos, se permiten pasar el valioso tiempo de la televisión, chismorreando sobre cuestiones ridículas y sin trascendencia pública. Pues ahora de nuevo, esta persona vuelve a destacar por sus hechos: aquí, en Málaga, con la inauguración y puesta en marcha del Museo Carmen Thyssen. Merece mucho la pena acudir al centro histórico de Málaga y visitar este interesante museo “Carmen Thyssen”, en el recuperado Palacio Villalón. El visitante encuentra una maravillosa colección de pintura “prestada gratuitamente” por esta catalana universal que demuestra así su amor por Andalucía y por la “quinta de las artes”. Deslumbra la belleza de lo expuesto, casi todo de la segunda mitad del siglo XIX español, desde el paisaje romántico hasta el costumbrismo andaluz. Desde los maestros antiguos como Zurbarán, hasta Julio Romero de Torres, pasando por Pérez Villaamil, Domínguez Bécquer, Joaquín Sorolla, Ignacio Zuloaga, María Fortuny y una larga lista. Un museo que puede ser apreciado y valorado por todo tipo de público, desde los escolares de la enseñanza básica hasta los más exigentes entendidos, y esto es, en ello consiste la cultura popular: ofrecer al pueblo lo que no estaba a su alcance, lo que estaba escondido u oculto en las mansiones de los ricos. Ya quisiera cualquier gran capital europea este museo, esta colección. Margaret Thatcher luchó incansablemente por llevarse a Londres la colección Thyssen-Bornemisza, sin éxito, pues quedó en Madrid. También gracias a Carmen Cervera, sí, quizás una antigua miss, pues ella nos ha dado un nuevo ejemplo, un paso más, ahora a favor de Málaga. Se le podrá regatear un ducado, un marquesado o cualquier otro título que le haga ilusión, como cualquier persona, sin duda tendrá muchos defectos, pero el premio, nosotros ya lo tenemos aquí. Por eso en lugar de soportar basuras y cotilleos descubramos los dos grandes museos de pintura que ha patrocinado y juzguemos después si tiene o no mérito su labor, su empeño, su dedicación, su afición. No nos quedemos sólo con el envoltorio como hace alguna televisión.
Francisco León Valenzuela es abogado