Carlos Dívar y el Supremo

Carlos Dívar ha sido el primer presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo de España que ha dimitido. Lo ha hecho 'por un exceso de viajes a Marbella'. Quizá tanto viaje a la famosa ciudad costasoleña estuviese mejorando la imagen 'judicial' de Marbella y favoreciendo el turismo e incluso recuperando el buen nombre —por la continuada presencia de este juez cuya fama a lo largo de los años fue intachable—.

    25 jun 2012 / 14:41 H.

    Lo cierto es que sus 40 años de servicio han tenido un triste final haya sido por 28.000 euros o por la combinación de viajes privados y públicos, o por falta de claridad en las justificaciones que ha pretendido. Aunque no haya triunfado la denuncia penal del vocal del Consejo Gómez Benítez, lo único cierto es que el daño que se ha hecho a la imagen de la Justicia vuelve a ser muy importante.
    Carlos Dívar fue aupado a la Presidencia del Consejo y del Tribunal Supremo por el anterior presidente del Gobierno y el actual —entonces líder de la oposición—,  por su fama de hombre independiente y conciliador para salvar la confrontación y el hecho de que hubiese un empate permanente en el Consejo. Tantas esperanzas puestas en él no han dado resultado. Es injusto este final pero ha sido imprescindible, no es asumible en los tiempos que corren, con los dramas personales y familiares de millones de españoles, que nuestros representantes vayan y vengan a Marbella sin tener un mínimo miramiento. Al parecer, esto no ha acabado. Ahora la periodista Victoria Prego está pidiendo que el resto de vocales del Consejo den explicaciones de sus viajes, así que puede que estemos en el comienzo de una nueva crisis más amplia.
    De momento lo que preocupa a los españoles en el ámbito de la Justicia sigue sin solución. Continúa la confrontación entre el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo. Esta vez se trata de la legalización de Sortu, el nuevo partido de la llamada “izquierda abertzale”, el Tribunal Constitucional ha votado a favor de la legalización, cuando el Supremo dijo lo contrario. Tenemos que acostumbrarnos, la Justicia no es una matemática, cada Tribunal tiene una función diferente y un cometido distinto, ambos tribunales deben atender el principio de legalidad, pero el que tiene la primacía en  derechos y libertades es el Constitucional. El prestigio de cada tribunal se gana día a día, si lo que falla es el mecanismo de elección de sus miembros, se puede cambiar, juristas de reconocida competencia los hay a miles en España. Abordemos los problemas básicos que entiendo es lo que interesa al ciudadano.

    Francisco León Valenzuela es abogado