Cáritas alerta de la situación extrema de los necesitados

Las familias de la extinta clase media fueron algunas de las nuevas beneficiarias del programa de Atención y Acogida de Cáritas Diocesana. Núcleos sociales compuestos por un número menor de hijos que permiten comprender la lectura de los datos de la memoria de la institución del año 2014. No obstante, la bajada de los demandantes no fue directamente proporcional a los gastos para alimentos.

03 jun 2015 / 09:17 H.

Dentro de la iniciativa de atención primaria, se atendió a 275 personas menos que en 2013, lo que suponen 3.346 beneficiarios menos. Sin embargo, los gastos se incrementaron en 487.591,23 euros. “Al estar ya totalmente agotados los recursos económicos de las familias, los gastos y necesidades son muy superiores. Por tanto, hemos tenido que aportar más financiación para atender las necesidades básicas, que ya no son solo los alimentos y la ropa”, explicó el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, durante la presentación de la memoria de 2014.
El responsable de la entidad indicó la disminución de los ingresos en 2014 respecto a 2013, de colectas en unos 300.000 euros, de cooperación internacional en 168.533,03 euros, y de 309.215,37 euros por subvenciones. No en vano, López-Sidro apuntó que las reducciones se compensan con un aumento de 350.093,26 euros en donativos de alimentos y de 190.517 de entidades privadas.
Además, el director de Cáritas destacó la constitución de la Fundación Cáritas Jaén con el funcionamiento de la primera empresa. “La triste realidad de la provincia es que el empleo depende de la cosecha de la aceituna. Tenemos que despabilar y crear empleo. Hay que estimular a la gente”, dijo.
El obispo, Ramón del Hoyo, destacó la entrega de los voluntarios: “Sin ellos la labor sería irrealizable”. Asimismo, recordó la cantidad recaudada de 164.000 euros destinados a Nepal que se los llevarán al Santo Padre. “Son gestos que llenan de ilusión. No es una cantidad muy grande pero tampoco pequeña”, indicó Del Hoyo. Por su parte, el vicario episcopal Juan Raya resaltó la necesidad de salir al encuentro del necesitado. “Hay que adoptar estilos de vida más fraternos”, dijo.