Cárcel por el robo del siglo

La historia del espectacular robo a una joyería de lujo de Marbella —bautizado por muchos como el atraco del siglo— ya tiene su capítulo final. Se escribió ayer en la Audiencia Provincial de Málaga con un juicio que tenía un marcado acento jiennense.

03 mar 2015 / 11:27 H.

De hecho, dos de los tres autores materiales del asalto y el vigilante que les franqueó la entrada provienen de la provincia. Todos aceptaron condenas que oscilan entre los cinco y los ocho años y medio de cárcel. Además, también fueron castigadas con seis meses de prisión otras personas que iban a darle salida a la mercancía robada, entre los que se encuentran una vecina de la capital y un perista de Alcalá la Real.  
El atraco a la joyería de lujo ubicada en El Corte Inglés de Puerto Banús se produjo el 18 de noviembre de 2012. Fue perpetrado por tres delincuentes armados en una tarde de domingo, cuando el exclusivo establecimiento se encontraba cerrado al público. Se llevaron joyas y relojes valorados en 4,7 millones de euros —apenas se ha recuperado la mitad del botín—. El golpe duró tres horas y diez minutos. Un tiempo muy largo, que demuestra que los ladrones “trabajaron” con tranquilidad, sin prisas ni improvisación. La Policía sospechó desde el primer momento que la banda tenía a alguien dentro. El empleado infiel es un jiennense, Juan Ramón D. L., que reside en la Costa del Sol desde hace varios años. Era uno de los tres vigilantes que trabajaban aquella tarde en la joyería asaltada. Fue él quien franqueó la entrada a los atracadores, que se hicieron pasar por albañiles. Una vez en el interior, encañonaron al resto de vigilantes y a otros trabajadores y los encerraron en una habitación.
Juan Ramón D. L., que aceptó una condena de cinco años de cárcel por un delito de robo con violencia, estaba pasando una mala época económica. Meses antes del atraco, se encontró con un viejo amigo de Jaén. Se trata de Leandro Iván M., un argentino residente en la capital. Ambos se conocen desde hace años, cuando compartían trabajo como porteros de discoteca. El argentino tienta a Juan Ramón. Le cuenta que, junto a otros conocidos, están pensando dar un gran palo y que se han acordado de él por su privilegiada posición como vigilante en el centro comercial de Puerto Banús. Le “vende” un plan milimétrico, tan perfecto como el de las películas. Finalmente, le convence. Además del guardia de seguridad infiel y del argentino Leandro Iván M., en el “ajo” también está otro jiennense, Rafael Alberto P. M., y el granadino José Antonio G. G., apodado “El Ruso”. Los tres últimos son los autores materiales del atraco y han sido condenados a penas que oscilan entre los siete y los ocho años y medio de cárcel. Todos concertaron que la fecha del robo sería el 18 de noviembre, porque el establecimiento estaría cerrado, lo que se aprovecharía para hacer unas reformas. El vigilante, incluso, llegó a cambiar su turno.
El asalto salió a pedir de boca. El empleado les facilitó todo tipo de llaves para abrir las cajas fuertes y les entregó las imágenes de las cámaras de seguridad. Los tres atracadores huyeron, dejando amordazados a los vigilantes. La Policía logró echarles el guante varios meses después tras una ardua investigación. Los agentes supieron que la banda quería dar salida a la mercancía robada. Al tirar de ese hilo, llegaron hasta los ladrones.
El acuerdo suscrito ayer entre los acusados, la Fiscalía y las acusaciones particulares permitió reducir considerablemente las peticiones iniciales de condena para los procesados —se solicitaban hasta 40 años de cárcel para cada uno de ellos—.
En el banquillo, también se sentaron otras personas por vender las joyas robadas. Entre ellos, estaba una vecina de la capital y un perista de Alcalá la Real, que fueron condenados a seis meses de cárcel cada uno por  receptación. Por ese mismo delito fue absuelto Miguel Montes Neiro, el considerado el preso común más antiguo de España.