Cárcel para cinco de los fundadores de Cofimán por delitos fiscales
La Audiencia Nacional ha condenado a penas de prisión a cinco de los fundadores de Cofimán, la empresa de material informático ubicada en Mancha Real. La Justicia los ha considerado autores de tres delitos contra la Hacienda Pública. Dejaron de ingresar unos 13 millones de euros gracias a un complejo entramado de empresas 'pantalla'.
En su día, Cofimán fue una de las grandes empresas de la provincia. A principios de siglo, llegó a ser considerada la mayor fabricante española de ordenadores de mesa. Sin embargo, la Justicia ha demostrado que no era oro todo lo que relucía en Cofimán.
La Audiencia Nacional acaba de condenar a penas de prisión a cinco de los socios fundadores de esta empresa, creada en Mancha Real en 1988. En concreto, ha impuesto un total de cinco años de cárcel a Diego Ignacio F. R., Francisco C. J., Juan G. A. y Juan R. C. por tres delitos fiscales correspondientes a los ejercicios 1996, 1997 y 1998. Otro de los directivos, Francisco R. R., ha sido considerado autor de dos de esos delitos, por lo que el castigo es de cuarenta meses de cárcel. En total, según consta en la sentencia, eludieron el pago de unos 13 millones de euros del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en diversas operaciones de compra y venta de material informático. La Justicia les ha impuesto una multa por esa misma cantidad que, además, tendrán que devolver a las arcas públicas.
La sentencia, que todavía no es firme, pone de manifiesto la existencia de un complejo entramado empresarial y financiero cuyo único objetivo era eludir impuestos. El “modus operandi” de la trama se basaba en el sistema de las sociedades “pantalla”. Estas firmas eran creadas expresamente para comprar material informático en países extranjeros, unas operaciones que están exentas del pago del IVA. Una vez que la mercancía llegaba a España, era transmitida a través de otras empresas instrumentales (“controladas” por Cofimán a través de testaferros) que vendían los ordenadores repercutiendo esos tributos a otra sociedad “pantalla”. Así, hasta llegar a la empresa mancharrealeña, que era realmente la que se beneficiaba de este entramado. ¿Cómo? Por dos vías: la primera es que se deducía el IVA de esas operaciones; la segunda, porque conseguía adquirir productos más baratos, lo que les permitía abaratar también los precios de mercado.
Junto a los cinco fundadores de Cofimán, también ha sido condenada otra treintena de personas, entre empresarios (algunos de la provincia) y testaferros “colocados” por la trama al frente de las sociedades “pantalla” a cambio de dinero.
En principio, ninguno de los condenados ingresará en prisión, porque las penas por cada uno de los tres delitos no superan los dos años de cárcel. Ahora bien, tendrán que hacer frente a la responsabilidad civil, es decir, pagar multas e indemnizaciones por valor de 26 millones de euros. Rafael Abolafia / Jaén