Carboneros: 'Con los huevos por delante'
Silverio Fernández/Carboneros
Carboneros se prepara para vivir, un año más, la fiesta del Pintahuevos. El Ayuntamiento organiza un concurso para elegir al huevo 'más sensual', 'más tradicional' y 'más innovador'. El municipio se vuelca con esta costumbre y con el certamen 'Con los huevos por delante'.

Carboneros se prepara para vivir, un año más, la fiesta del Pintahuevos. El Ayuntamiento organiza un concurso para elegir al huevo 'más sensual', 'más tradicional' y 'más innovador'. El municipio se vuelca con esta costumbre y con el certamen 'Con los huevos por delante'.
El Ayuntamiento de Carboneros organiza un concurso para la fiesta de Pintahuevos, que se celebrará, en la aldea de El Acebuchar, el Domingo de Resurrección. Bajo el lema “Carboneros con los huevos por delante”, los vecinos del municipio están invitados a participar en este original certamen que repartirá importantes premios, tanto en la categoría infantil como en la de adultos. En la primera, los mejores recibirán lotes de material escolar, mientras que en la de mayores se entregarán premios en metálico. Además, conviene resaltar que se han establecido tres modalidades para el huevo “más sensual”, el “más tradicional” y el “más innovador”.
La competición comenzará a las diez de la mañana en esta pedanía que dista dos kilómetros del casco urbano carbonerense. El alcalde, Domingo Bonillo, expresó que el objetivo de este peculiar concurso pretende “recuperar esta tradición heredada de los colonos alemanes que fundaron las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, entre las que está esta población”, manifiesta.
La historia de esta curiosa costumbre tiene sus orígenes en la vieja Alsacia, región que hoy pertenece a Francia, pero que en el siglo XVIII era territorio alemán, donde se cuenta una antigua leyenda según la cual San Pedro, cuando iba a visitar la tumba de Jesús, dos días después de que fuera crucificado, se encontró en el camino con María Magdalena que le dijo con gran alborozo que Cristo había resucitado. El apóstol, desde su incredulidad, le contestó de esta forma: “¡Ya! Creeré que eso es cierto cuando las gallinas pongan huevos de color rojo”. Entonces María Magdalena abrió su delantal que llevaba recogido entre las manos y le mostró una docena de huevos de un brillante color escarlata que acababa de recoger del gallinero de su casa. Como puede suponerse, esta historia no está recogida en ninguno de los cuatro Evangelios canónicos, ni forma parte de los llamados Apócrifos, sino que es una narración perteneciente al folclore y la cultura tradicional de algunas regiones de Alemania, Francia, e incluso Rusia.
Bastantes alsacianos y bávaros dieron vida en el siglo XVIII a las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena cuando vinieron a la llamada de la colonización auspiciada por el rey Carlos III. Junto con sus pocos enseres y sus muchas ilusiones trajeron esta leyenda y, sobre todo, la costumbre de pintar huevos el Domingo de Resurrección, costumbre que en Carboneros es conocida como “pintahuevos” que cuenta con el asesoramiento del Seminario de Historia y Cultura Tradicional Margarita Folmerín.
Así, el Domingo de Resurrección, los carbonerenses se trasladan al campo agrupados por pandillas de familias y amigos para comer, bailar y pasar un alegre día en contacto con la naturaleza, en el que todos llevan huevos decorados con vistosos y coloridos dibujos. Esta populosa fiesta sobrepasa las fronteras de Carboneros y sus aldeas. Son muchos los visitantes de otros municipios de la comarca que aprovechan el Domingo de Resurrección para acercarse al municipio para disfrutar de una tradición que, con el paso del tiempo, ha ganado en originalidad.