Cara y cruz del deporte rey

Evasión o victoria Director: John Houston Protagonistas: Sylvester Stallone, Pelé, Michael Caine. Para algunos, es el material del que están hechos los sueños. Para otros, es lo que la religión al pueblo, según Karl Marx: el opio.

    17 jun 2009 / 10:45 H.

    Hay quienes sostienen que posee un ingrediente democratizador similar al que tiene la muerte e iguala a ricos y pobres. Otros se quedan con la semilla violenta que hace brotar en algunos espíritus y la inmoralidad de pagar cantidades astronómicas por jugadores de una temporada. Es el fútbol. Levanta pasiones y odios. Eleva al hombre, lo corrompe y, a veces, lo hunde. En la capital, este año, ha hecho levitar, vibrar y llorar, incluso, a la afición del Real Jaén. Por eso, a cinco días de que el club se juegue el ascenso a Segunda División contra el Villarreal, en un estadio que parece oler a Victoria, ya sea para los lagartos o para los levantinos, esta crítica abordará el deporte rey y su tratamiento en la industria del séptimo arte de la mano de una película emblemática, Evasión o victoria, y de otra, algo menos, Días de fútbol. Drama y comedia y cara y cruz de un mismo deporte, pero ejemplo de superación las dos. La primera es un clásico de John Huston, rodado en 1981, y que cuenta con un plantel de actores encabezados por Sylvester Stallone, entre los que destaca, por su definición, una súper estrella del balompié, Pelé. La segunda, de 2003, la protagoniza el portero más conocido de la televisión, el cordobés “uniregistro interpretativo”, Fernando Tejero. Si una denuncia las injusticias cometidas, durante la Segunda Guerra Mundial, en un campo de concentración, la otra es el colmo de la estupidez y el patetismo que encarna un tipo patoso que, apenas de lejos, recuerda a Jerry Lewis. Sin embargo, las dos hablan de lucha, de perseverancia y contraataque cuando las circunstancias se afanan en señalar que todo está perdido. Por Nuria López Priego