Canena teme el arroyo
El arroyo La Yedra, que atraviesa Canena, es la causa de más de un desvelo de los vecinos de este pueblo de La Loma, de poco más de dos mil vecinos. Ya, en 2011, causó importantes inundaciones en el casco urbano y, actualmente, es la causa del deterioro de las estructuras de las viviendas y de las grietas y los baches que salpican la calle Huelva. El avance de los desperfectos es constante, como lamentan los residentes en la zona, sobre todo, los de la urbanización “Los Palacios” y la calle Giribaile. El origen de estos desperfectos es el importante caudal del arroyo y las crecidas de este año. El problema está ahí y tiene constancia las administraciones públicas, lo que enerva los ánimos de los caneneros más afectados.

La propia Subdelegación del Gobierno en Jaén reconoce que existe un proyecto para enmendar la situación. De las obras necesarias fue informado el alcalde, José Carlos Serrano (IU) y, este, a su vez, le explicó qué es lo que se hará a los vecinos. La cuestión es que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Estado, no tiene dinero para afrontar esta intervención. Es necesario esperar a la dotación presupuestaria del Gobierno, que todavía no está lista, según explica la Subdelegación.
Pero el problema, como critican los vecinos, es que aguardan soluciones desde septiembre de 2013, es decir, casi desde hace un año, cuando se les prometió, lamentan, que el proyecto podría estar en marcha en enero o febrero de este ejercicio. La falta de agilidad, unida al avance de los desperfectos, hace que los ciudadanos se teman lo peor. En su mente, hechos como lo ocurrido en Pozo Alcón, cuando, en marzo de este año, una lengua de tierra se llevó por delante unas tres mil olivas, además de un cortijo y una nave de aperos.
Por el momento, estos caneneros, hartos de tener que conocer cómo avanzan los trámites a través de terceros, solicitarán mantener una reunión directamente con los responsables de la Subdelegación y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en la provincia.
El arroyo de La Yedra, de aguas torrenciales y que vierte al cercano embalse de Giribaile, dio lugar a sucesivas oleadas de riadas de importantes caudales y gran velocidad de las aguas, a consecuencia de las fuertes pendientes del cauce, que discurre sobre tierras muy erosionables, hasta el punto de que la caja del río se ha profundizado hasta cinco metros en algunos lugares. Además, en momentos de lluvias intensas causó grandes deslizamientos de las márgenes, como reconoció la propia Confederación del Guadalquivir.
Ya hace casi un año, se aprobaron trabajos de emergencia en la zona del balneario de Canena, con el compromiso de una inversión de más de 30.000 euros. El objetivo es acometer una intervención integral en el recorrido del arroyo, que atraviesa Canena, Ibros y Baeza.