Camino Loma del Encinar
Enrique Rodríguez García, desde Jaén.- Es la tercera ocasión en la que Diario JAEN me permite denunciar públicamente la situación en la que se encuentra el Camino 'Loma del Encinar', conocido por los villariegos como 'Arroyo de las Piedras'.
El Camino Loma del Encinar es el que une las localidades de Los Villares con Fuensanta de Martos y sirve como vía alternativa para acceder a Valdepeñas de Jaén y demás pueblos de la Sierra Sur, en caso de cortes o deslizamientos de la carretera Jaén-Valdepeñas, como sucede con relativa frecuencia cuando llegan las lluvias. Pero fundamentalmente es el camino que más de la tercera parte de agricultores de Los Villares utilizan para llegar a sus parcelas de olivar. Fue terminado en el año 1995 con fondos Feder de la Unión Europea y entregado, para su conservación y mantenimiento, al Ayuntamiento de Los Villares, pero las tormentas de agosto de 1996 lo destrozaron casi por completo y desde entonces ha ido degenerándose con el paso de los años por la inactividad de la Administración competente. Actualmente se encuentra sin cunetas y sin asfalto en varios tramos, comido por la erosión del agua de lluvia que circula por su pavimento sin control, en el que crece, como si de un erial se tratara, todo tipo de hierbas silvestres. A primeros del pasado año 2010 se corrió la ladera conocida como “Quebrada de La Yedra” y el camino quedó cortado por el barro y las piedras. El Ayuntamiento de Los Villares tardó más de seis meses en limpiar los cincuenta metros de carril, el mismo período de tiempo que los usuarios de esa vía, fundamentalmente agricultores, tuvieron que utilizar la carretera de Valdepeñas de Jaén como alternativa para poder llegar a sus parcelas de olivar, haciendo un recorrido diario de alrededor de 20 kilómetros adicionales. El clamor de la población para que se arreglara este Camino hizo que se movilizaran cerca de mil vecinos, quienes por fin, una vez presentadas 932 firmas, obligaron al Ayuntamiento de Los Villares para retirar la tierra que cortaba el carril y hormigonara los cincuenta metros intransitables en dos jornadas agotadoras de trabajo de los operarios municipales. Excusaron la chapuza en la escasez de recursos económicos, pero ahora la Junta de Andalucía, dentro del “Plan Encamina2”, ha destinado 118 millones de euros para el arreglo de caminos rurales en los municipios andaluces cuya titularidad corresponde a los Ayuntamientos, sin coste alguno para ellos. Según la nota de prensa difundida, con esta actuación la Junta de Andalucía pretende dar respuesta a las demandas de agricultores y ganaderos para mejorar las comunicaciones de más de 5.000 kilómetros de caminos rurales andaluces y fomentar la mejora de la accesibilidad a las explotaciones agrarias y forestales, tanto para los agricultores que viven en ellas, como para los trabajadores, maquinaria y equipos y vehículos de transporte de los productos obtenidos. Nuestra esperanza es que el nuevo equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Los Villares, ya que no le va a costar ni un solo euro, haga las gestiones necesarias ante la Junta de Andalucía para que las demandas de sus agricultores, que son los que generan casi toda la riqueza del municipio, se vean satisfechas con el arreglo del Camino Loma del Encinar y sus tractores y todoterrenos, con sus remolques cargados del fruto de sus parcelas, puedan llegar a las almazaras sin tener que hacer ni más kilómetros, ni perder más tiempo del necesario. En la actual situación económica en la que nos encontramos no podemos perder esta oportunidad de oro. Los políticos que hemos elegido tienen que priorizar las actuaciones ante la escasez de recursos, por eso, teniendo en cuenta que el municipio de Los Villares no vive ni del turismo, o los servicios, sino casi exclusivamente de la agricultura, les exigimos que esta vez hagan bien las cosas y no nos distraigan con el cambio de imagen de la entrada del pueblo o la colocación de bancos de diseño en la calle Arroyo. Queremos facilidades para generar nuestra riqueza, la fuente de ingresos de nuestro Pueblo y, por lo tanto, lo más prioritario para su población. Queremos que en las labores de los olivos y en la recogida de la aceituna no tengamos que añadir un plus de sacrificio y coste extra al que ya nos somete el mercado y la climatología. Si ahora que es gratis no lo sabéis gestionar, sobrarían las palabras.