Cambios útiles y ambiciosos en el Servicio Andaluz de Empleo

La renovación sustancial del funcionamiento del Servicio Andaluz de Empleo suscita, desde que la Consejería anunciara sus planes de cambio, el temor de que la tramitación y orientación al desempleado acabe en manos privadas. Quizá el planteamiento o temor dé por hecho que desde lo público no se puede gestionar con eficiencia.

    09 sep 2010 / 11:11 H.

    A tenor de las declaraciones del consejero de Empleo no cabe duda alguna de que la gestión será exclusivamente pública, pero sí que habrá un profundo cambio que mejorará las tareas de los funcionarios y, lo que es más importante, dará un servicio de mayor calidad a los desempleados. El apoyo telemático que agiliza tantos trámites en otros ámbitos de la administración también se aplicará a la tramitación del paro, evitando así lentos trámites burocráticos con las colas típicas de parados. Pero los cambios son más ambiciosos, sobre el papel, que la simple tramitación del papeleo porque afectan a la atención de orientación que presta el organismo. En este sentido, un mayor número de trabajadores del SAE se dedicará a la función de buscar formación y empleo a los parados. Para este cometido, además, se reforzarán las redes actuales y se cruzarán los datos con el servicio nacional y europeo. Otro sustancial cambio, este de carácter interno, será la unificación e integración de entidades que, aunque ligadas a Empleo, tenían una gestión directa y en las que, en buena parte de los casos, se duplicaban tareas. De este modo, las Unidades Territorial de Empleo, Desarrollo Local y Tecnológico (Utdlt) o el Fondo de Formación y Empleo tendrán la gestión directa de la Consejería. La importancia de los cambios estribará en la orientación certera al desempleado para que vuelva al mercado laboral con garantías. El cambio era necesario, dadas las evidentes carencias del sistema, pero habrá que comprobar hasta dónde llegan las mejoras.